Tanta y tan valiosa gente ha hecho, durante este cuarto de siglo de vilipendio y afrenta por parte del traidor mayor, hoy felizmente difunto y sus secuaces contra el pueblo venezolano, miles de denuncias en diferentes instancias nacionales e internacionales, se han creado organizaciones de abogados y especialistas en derechos humanos voluntarios para apoyar a quienes no tenían recursos para entablar procesos, litigios y acusaciones gracias a las cuales hoy en día, aunque a paso lento pero firme, tenemos una lucecita de esperanza para que la tan anhelada brisa de la libertad llegue a nuestro país. Si cada ciudadano de mi país que ha sido víctima de crímenes de lesa humanidad pudiera acceder a ese camino de trámites para denunciar a esta red internacional del crimen llamada chavismo, la Corte Penal Internacional -CPI- no se daría abasto para atender tanto delito junto, y sería un nuevo nefasto récord para la dictadura que ha sido campeona en destruir, robar , saquear nuestras riquezas y ofender a nuestra gente.
Ellos siempre con sus incoherencias, no hacen diferencia cuando se trata de acallar las voces de la justicia y como ironía de la vida, vemos al usurpador extranjero Nicolás Maduro quien se autodenominó “el presidente obrero” y siempre sin la mínima intención de escuchar, han sido los obreros los más sufridos, atacados, perseguidos, encarcelados, torturados en su oprobioso narcorégimen. He llegado a pensar que el apodo fue inventado adrede para burlarse, como toda la planificación que han hecho para acabar con todas las instituciones venezolanas y especialmente, el estado federal y descentralizado.
El ataque de esta semana fue contra seis sindicalistas detenidos en protestas entre el 4 y el 7 de julio del año 2022 y finalmente fueron condenados el pasado martes a 16 años de prisión por conspiración y asociación para delinquir. Ellos son: Reynaldo Cortés, Alonso Meléndez, Alcides Bracho, Néstor Astudillo, Gabriel Blanco y Emilio Negrín. Vaya nuestra solidaridad para con esos dignos, valerosos, corajudos trabajadores, de quiénes solo se puede decir que el delito que cometieron fue pedir aumento de sueldo para sus compañeros, ya que es el sueldo más miserable del globo terráqueo, es el venezolano, de apenas cinco (5) dólares mensuales.
¿Cómo se pueden sentir las esposas, hijos, de esos ejemplares padres?
¿Esto no es la profundización o recrudecimiento de la persecución política en Venezuela? ¿Hasta dónde se podrá llegar a atropellar a una sociedad impunemente?
Es inhumano ver semejante barbarie de cómo utilizan el poder judicial para asesinar moral y físicamente a luchadores sociales a pesar de ser inocentes y que, durante el juicio, las únicas pruebas de las Fiscalía fueron imágenes producto de capturas de pantalla de teléfonos y mensajes de Twitter.
Pensando desde la cárcel del exilio en cual castigo sería justo para tanta maldad le digo al verdugo y fiel servidor del depravado sistema ¡Ay, Tarek William Saab! al caer la narcotirania sería poco meterte en la cárcel denominada La Tumba del SEBIN de Plaza Venezuela, con el negro del WhatsApp; sin duda esos malvivientes siguen generando más desgracia y odio a millones de venezolanos.
Quisiera saber cuál otra opción real, viable y cierta los sacará del poder, como todos mis lectores saben, sigo creyendo que esta corporación narcocriminal sale es a la fuerza porque saben que si pierden el gobierno, será muy difícil que queden vivos, por tantos horrores y daños que le han ocasionado a millones de venezolanos.
Lo vuelvo a repetir y no me cansaré de escribirlo, soy muy respetuoso y consciente de que la peor diligencia es la que no se hace y se agote todas las instancias posibles necesarias como la participación masiva en las primarias y escoger el candidato de su preferencia, sea cual sea, inhabilitado o habilitado porque después de octubre faltará mucho camino que recorrer y pudiera presentarse algunos desenlaces.
Es una realidad, indiscutiblemente, esta plaga, peste e invasión de Malandros y narcoterroristas se arregla es con pólvora. No hay medias tintas, jamás negociarán su salida, como ha costado que se entienda. Guerra al comunismo mi gente, por el regreso de nuestros jóvenes a reconstruir la patria, sin pausa los atacó, cada segundo con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
Twitter: @josegbricenot
Instagram: @josegbricenot2
Facebook: @josegbricenot2
gatobriceno.blogspot.com