Cada día que pasa, un gran porcentaje de los habitantes del planeta tierra están convencidos de los efectos del cambio en el clima. Ya son muy comunes y frecuentes las lluvias y sequías extremas, el derretido de icebergs y zonas en ambos polos, grandes alzas de temperatura, así como diversos y nuevos efectos, algunos predecibles, pero otros, no.
Esto compromete al mundo a disminuir el CO2 emitido a la atmósfera.
Se adelantan proyectos no de liberarlo a la atmósfera sino recuperarlo, comprimir e inyectar en el subsuelo.
El convencimiento de la importancia del efecto del cambio climático, principalmente achacado al uso de hidrocarburos, le pone fecha de vencimiento a su uso y disminución, con una meta ya establecida para 2050 de emisiones netas cero.
Aunque, en teoría, se ha estimado la fecha para para lograrlo dentro de un par de décadas, la realidad es que las Instituciones a cargo de este programa, han indicado la conveniencia de acelerar la fecha.
Tanto la energía solar como la eólica tienen limitaciones, porque se activan sólo cuando hay sol y cuando sopla el viento; esto ha obligado a instalar dispositivos de ahorro y reserva de energía, para lo cual se han desarrollados sistemas de almacenamiento vía baterías.
Hay países con recursos energéticos fósiles muy abundantes que, por no explotarlos eficiente y racionalmente, irremediablemente se quedarían sin aprovecharse en el subsuelo.
Esto constituye un reto, para un país como Venezuela con abundantes e importantes recursos, en petróleo, gas y carbón. El país se enfrenta al reto de maximizar racionalmente la explotación y evitar la expiración de estos valiosos recursos.
Una explotación más eficiente va a requerir se modifique el esquema que se ha seguido de explotación limitada por agencias del Estado que hace más ineficiente y lenta la explotación ya que compite con recursos financieros para otras actividades que el estado debe proveer a la población como salud, seguridad y educación.
¿Qué sucede si se logra disminuir o reducir sustancialmente el consumo de hidrocarburos y reemplazarlo por energía solar?
No hay duda de que esos recursos que tardaron millones de años en constituirse se quedarán sin uso en el mismo lugar. Es decir, se multiplicarán los campos marginales y se abandonarán las poblaciones, que viven de la producción petrolera.
Algunos países petroleros han previsto esta situación y tenemos variados ejemplos de haber previsto, revertido o en vías de hacerlo con la explotación de sus ofertas turísticas.
Comenzamos cerca de Venezuela. Aruba su población vivía de la actividad de las refinerías en su territorio y de los casinos,
Al tener que cerrar por obsoleta, decidieron un programa de Turismo internacional y hoy goza de un alto ingreso per cápita.
Más lejos en el Medio Oriente, Dubái y los Emiratos y ahora Arabia Saudita, todos con planes de desarrollo industrial y turístico y en los países nórdicos, Noruega a la cabeza con un fondo intergeneracional con 3.0 trillones de dólares.
Por supuesto que hay países que son de menor población que nosotros y logran un alto PIB.
Nuestro país debe llegar a un Plan realizable en 20 años, donde se alimente su prosperidad tanto de la producción de energías renovables como de los hidrocarburos, los cuales a pesar de tenerlos en abundancia hemos sido muy ineficientes en explotarlos bajo el control por el estado y por lo tanto muy lenta y poca efectiva su explotación.
Recursos como el níquel y otros aún no están explotados. Venezuela, requiere aún de exploración de su territorio para identificar recursos muy importantes para las nuevas tecnologías como es el caso de las tierras raras requeridas por las baterías y acumuladores de energías intermitentes.
Como anécdota, al comienzo para poder producir aluminio, importamos bauxita de Jamaica y Guyana. Iniciamos un gran plan de exploración en la misma región de nuestra Guayana y descubrimos un gran yacimiento aguas arribas del Orinoco en los Pijiguaos a 800 km de la planta.
@eromeronava