“Las fotos de Hitler después de la guerra”: por qué afirman que el líder nazi no se suicidó

“Las fotos de Hitler después de la guerra”: por qué afirman que el líder nazi no se suicidó

En “Las fotos de Hitler después de la guerra”, el periodista Abel Basti afirma que no solo “Hitler escapó y vivió en Suramérica”, sino que además “gozaba de absoluta impunidad”.

 

 

 

Abel Basti ha dedicado su vida a investigar la “segunda vida” del Führer después de la Segunda Guerra Mundial. De su paso por países de Latinoamérica como Argentina, Paraguay y Colombia a los vínculos con presidentes como Juan Domingo Perón y empresarios como Philip Citroën.

Por infobae.com

“En la Cancillería de la Wilhelmstrasse se encontraron los cadáveres de numerosos miembros del Estado Mayor nazi, jefes de las tropas de asalto y nazis de renombre, pero no el de Hitler”, reportó la agencia de noticias Reuters el 6 de mayo de 1945, año en el que terminó la Segunda Guerra Mundial. Y en una conferencia de prensa llevada a cabo el 9 de junio del mismo año, el mariscal soviético Gueorgui Zhúkov dijo: “El cadáver de Hitler no ha sido identificado y es posible que el Führer haya huido en avión”.

El relato oficial afirma que Adolf Hitler, líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi, se suicidó el 30 de abril en su búnker subterráneo en Berlín. Pero hay quienes no confían en este desenlace y han dedicado su vida a investigar qué sucedió realmente con el Führer y los grandes jerarcas nazis después de la guerra. El escritor y periodista argentino Abel Basti es uno de ellos.

Hace años que Basti viene reconstruyendo la historia de los nazis en Argentina y Latinoamérica. Ha llevado a cabo exhasutivas investigaciones, realizado incontables entrevistas y revisado numerosos documentos de la CIA. Pero su trabajo no se limitó a los papeles. También ha coordinado expediciones en el Atlántico Sur con el fin de encontrar los cascos hundidos de los supuestos submarinos utilizados por los nazis para escapar y lideró la expedición Eslabón Perdido que, en 2022, encontró una de estas naves.

Como resultado de una vida dedicada a su obsesión, ha escrito libros como Bariloche naziHitler en ArgentinaEl exilio de HitlerTras los pasos de HitlerLos secretos de Hitler Hitler en Colombia. Su última novedad, Las fotos de Hitler después de la guerra, rastrea los registros fotográficos que se habrían hecho del líder nazi después de su supuesto suicidio, en particular uno que lo muestra en Colombia en 1954 junto al empresario alemán Philip Citroën.

En Las fotos de Hitler después de la guerra, editado por Planeta, Basti suma pruebas a su hipótesis que afirma que no solo “Hitler escapó y vivió en Suramérica”, sino que además “gozaba de absoluta impunidad”. ¿Hubo una conspiración internacional para refugiar a los grandes jerarcas nazis tras finalizada la Segunda Guerra Mundial? ¿Cómo se explica que, luego de haber perdido, los alemanes pudieran negociar su futuro? ¿Qué rol tuvieron los gobiernos latinoamericanos como el del argentino Juan Domingo Perón o el colombiano Gustavo Rojas Pinilla? Todo esto y mucho más en un libro imperdible para estudiosos del nazismo.

Así empieza “Las fotos de Hitler después de la guerra”

“Las fotos de Hitler después de la guerra”, de Abel Basti, editado por Planeta.

En el año 2014 publiqué en mi libro Tras los pasos de Hitler documentos de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) que hacían mención a la probable presencia del Führer en Colombia en 1954, esto es nueve años después de su supuesto suicidio en el búnker de Berlín, según la trillada versión oficial de su muerte que se ha repetido como una incuestionable letanía durante casi ochenta años. En esos inéditos informes de inteligencia también se adjuntó la fotocopia de una imagen en la que aparecen dos personas, una de ellas de gran parecido al máximo jefe nazi, con su característico peinado partido en raya —denominado por la moda de época “Hitler Haircurt”, imitado en todo el mundo por los fanáticos del Führer— y su peculiar bigotito, rasgos que inmortalizaron la fisonomía del líder del Tercer Reich.

En el texto del documento antes citado, respecto a ese individuo, la CIA —de manera sorprendente— manifestaba que podría tratarse de Adolf Hitler. A su lado se observa un ignoto personaje, nunca citado en la historia, del que en ese informe se dice que era un alemán, exintegrante de las SS, llamado Philip Citroën. Se trata de una información realmente sugestiva, pero ¿qué podía hacer más de medio siglo después de tomada esa fotografía, aparecida tras su desclasificación por parte de los estadounidenses para avanzar en la búsqueda de la verdad? Con los datos que aportaba esa documentación —escasos, pero muy sugerentes y, por lo tanto, suficientes para motivarme a buscar más pistas— inicié una investigación en Colombia con el objetivo, nada sencillo —por cierto— de encontrar evidencias que me permitieran comprobar que Hitler estuvo alguna vez en esa nación.

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