Hace más de un año, en una de sus primeras observaciones, el poderoso Telescopio Espacial James Webb fotografió un conjunto de galaxias, sin saber que estaba entrañándose en lo más profundo del Universo.
Por Infobae
Pero los expertos que analizaron esas imágenes llegaron a la conclusión que un diminuto punto rojo en medio de un abanico de galaxias es una más de ellas, pero única, ya que fue formada unos 390 millones de años después de la explosión del Big Bang.
Así, la pequeña mancha de la fotografía, con 13.400 millones de años a sus espaldas, se trata de una de las primeras galaxias del Universo, la más antigua jamás observada por la humanidad. Y es 70 millones de años más joven que el sistema estelar más antiguo conocido, el JADES-GS-z13-0.
Los científicos la han apodado como Galaxia de Maisie y toma su nombre en honor a la hija de Steven Finkelstein, profesor de astronomía de la Universidad de Texas e investigador principal del estudio en el Cosmic Evolution Early Release Science Survey (CEERS).
Para calcular la distancia de la galaxia con respecto a la Tierra, los investigadores se fijaron en la luz roja que emitía, ya que el corrimiento al rojo urge cuando la longitud de onda de la luz se estira. Cuando un objeto celeste se aleja rápidamente de nuestro planeta, la luz debe recorrer una distancia mayor y esto provoca que la longitud de onda de la luz se alargue, provocando un desplazamiento hacia el extremo rojo del espectro.
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