Fragmentos de un dron ucraniano derribado por las defensas antiaéreas rusas cayeron sobre una estación de trenes en la ciudad de Kursk, en el sur del país, hiriendo levemente a cinco personas.
Tres lesionados fueron hospitalizados temporalmente. El impacto abrió un boquete en el techo de la estación, dañando también la fachada, sala de espera y una plataforma.
Drones ucranianos también impactaron en bases rusas de Rostov y Novoshajtinsk, sin causar víctimas. En Moscú otro apareto fue interceptado y derribado sobre un área despoblada.
Parte de la estrategia ucraniana durante su contraofensiva ha sido atacar territorio ruso con los drones, buscando dañar objetivos militares e infraestructura como represalia por la invasión.
Este incidente en Kursk deja en evidencia que la guerra traspasa las fronteras y pone en riesgo la población civil en territorio enemigo, ante la imposibilidad de frenar por completo los ataques con estos aparatos teledirigidos.
Con información de EFE