Para muchas personas, la infusión es el shock de energía necesario para encarar las actividades cotidianas. Sin embargo, algunos estudios aseguran que un alto consumo está relacionado con consecuencias negativas para la salud.
Por infobae.com
El café es una de las bebidas más populares del mundo. Tanto que muchas personas aseguran no poder empezar su día sin el shock de energía que la infusión les aporta. Incluso, muchos necesitan tomar más de una taza a lo largo del día. Y si bien la evidencia científica en torno a esta bebida habla de los efectos beneficiosos a largo plazo en la salud, los cuales incluyen una disminución del riesgo de cáncer, insuficiencia cardíaca, diabetes tipo 2 e incluso la muerte prematura; recientes investigaciones demostraron algunas consecuencias no tan positivas.
Es que los estudios también revelan que un alto consumo de café está relacionado con un mayor riesgo de demencia y accidente cerebrovascular, así como con una mayor probabilidad de muerte por enfermedad cardiovascular entre los consumidores con hipertensión.
Al parecer, el límite entre aprovechar los beneficios de una taza de café por la mañana y sufrir los efectos negativos de su exceso está dado por la cantidad que se consume.
Para la especialista Tricia Psota, miembro de la Sociedad Estadounidense de Nutrición, aunque hay evidencia “fuerte y consistente” de que el consumo moderado de café no es dañino, eso no significa que el café deba consumirse por sus beneficios para la salud.
“Nunca recomendaría que las personas que no consumen bebidas con cafeína comiencen a incorporarlas en su día por ningún motivo”, aseguró.
Cuánto café es malo para la salud
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su sigla en inglés) recomienda que las personas limiten su ingesta diaria de cafeína a 400 miligramos, o alrededor de cuatro o cinco tazas de café de 8 onzas (236 mililitros).
Y si bien los expertos aseguran que “es poco probable que la mayoría de las personas experimenten efectos secundarios graves de la cafeína, como latidos cardíacos erráticos, vómitos, convulsiones, diarrea e incluso la muerte, a menos que consuman 1.200 miligramos -o alrededor de 12 tazas- en un día”, según la FDA, “incluso consumir 400 miligramos de cafeína al día a veces puede tener efectos secundarios indeseables, como nerviosismo, ansiedad y problemas para dormir”.
En ese sentido, para Psota, “mientras que algunas personas pueden tomar fácilmente de cuatro a cinco tazas al día, otras pueden tener tolerancias más bajas a la cafeína y ser más susceptibles a los efectos secundarios”. Ella misma dijo que descubrió que su propio cuerpo no puede tolerar más de una o dos tazas de café al día.
“Me he dado cuenta que en los días en los que quizás no dormí bien la noche anterior y superé ese punto, me siento nerviosa e incómoda -reconoció la nutricionista-. Entonces, en mi caso, definitivamente me mantengo por debajo de la recomendación de la FDA”.
En la misma línea, en mujeres embarazadas o lactantes, Psota recomienda no más de 200 miligramos, o unas dos tazas de café, al día, “porque la cafeína puede pasar al bebé a través de la leche materna”. Asimismo, la investigación ha demostrado que el consumo de cafeína durante el embarazo puede conducir a un menor peso al nacer entre los recién nacidos.
En el caso de personas con enfermedades cardiovasculares, una taza de café diaria también podría ser más riesgosa, consideró Nikki Cota, dietista de la Clínica Mayo en Arizona. Según ella, “hay bebidas con cafeína elaboradas en cafeterías que contienen hasta 50 gramos de azúcar, que es la cantidad de azúcar añadida que la FDA recomienda para todo el día para las personas que comen 2.000 calorías al día”.
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