El Gobierno de Estados Unidos va a destinar “más de 16 millones” de dólares a asistencia humanitaria para enfrentar la histórica crisis migratoria que vive la región, dijo este jueves en Panamá la subsecretaria adjunta principal de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de EE.UU., Marta Youth.
“Este año hemos seguido el apoyo porque sabemos que estamos viviendo una crisis humanitaria y un desafío compartido, además ayer anunciamos una contribución de más de 16 millones de dólares en asistencia humanitaria”, dijo Youth en un encuentro con la prensa en la Embajada estadounidense.
Y agregó que se hará “a propósito de ayudar a desarrollar la capacidad de los gobiernos locales y las comunidades receptoras para promover una gestión migratoria segura, humana y ordenada” y “esto también ayudará a los esfuerzos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el Darién”, la peligrosa selva fronteriza entre Panamá y Colombia.
Youth está en Ciudad de Panamá porque participó el pasado miércoles en la IV Reunión Plenaria de la Conferencia Regional sobre Migración y la Conferencia Suramericana sobre Migraciones, que congregó a 23 países de la región.
Los 16 millones de dólares se brindarán “como contribución” a la OIM y se destinarán “a los esfuerzos de creación de capacidades a través del Programa de Migración Regional del Hemisferio Occidental (WHP, por sus siglas en inglés)”, indicó un comunicado del Departamento de Estado.
El WHP es un programa que funciona desde 2011 con el financiamiento del Gobierno de Estados Unidos.?La Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado proporciona fondos como aporte a la OIM destinados a implementar el programa, según la misiva.
Youth detalló que el “año pasado, Estados Unidos destinó casi 18 millones de dólares en asistencia humanitaria, específicamente para refugiados y migrantes vulnerables en Panamá a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados o ACNUR, la OIM, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef y la Fundación Panamericana de Desarrollo.
América vive una oleada migratoria sin precedentes empujada desde el sur del continente hacia el norte.
Por la jungla del Darién, frontera entre Panamá y Colombia y el único punto donde corta la carretera Panamericana, han cruzado este año unos 300.000 migrantes que se dirigen a EE.UU. y Canadá, una cifra récord que deja atrás los 248.284 de 2022 y los 133.726 de 2021, según datos de las autoridades panameñas.
Esta situación ha desbordado los albergues instalados por el Estado panameño en la frontera, donde ofrece asistencia médica, alimentación y toma los datos biométricos de los viajeros. Las autoridades de Panamá han pedido ayuda internacional.
Los migrantes, principalmente venezolanos y haitianos, se exponen a los peligros propios de la inhóspita selva, como ataques de animales o crecidas de ríos, además de ser víctimas de violaciones y asaltos de los grupos criminales que operan en la zona. No se sabe cuántos mueren allí. EFE