Patricia, Katrina, Audrey, Fiona y Julia, son solo algunos de los nombres de huracanes recientes. Estos han dejado estragos a su paso, zonas devastadas y miles de personas sin hogar.
Por Miami Diario
Muchos se preguntan por qué le ponen nombres de mujeres a estos fenómenos atmosféricos y la respuesta se remonta al siglo XIX.
Antes de la década de los 50, se les bautizaba con el nombre del santo del día en el que ocurría el fenómeno. Como por ejemplo los huracanes Santa Ana (1825) y San Felipe (1928). Hasta que el meteorólogo australiano Clement Wragge comenzó a utilizar términos femeninos para referirse a las tormentas tropicales.
Wragge creía que los nombres de mujer eran más fáciles de recordar que los nombres científicos, y que ayudarían a las personas a no olvidarse de tomar precauciones ante la llegada de un huracán.
De acuerdo con The New York Times, esta decisión también se asocia a la tradición marítima de escoger denominaciones de mujer para tormentas o de llamar por pronombres femeninos a los barcos.
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