En este último video (-donde las chicas celebran dentro del autobús, ver: https://youtu.be/
Creo que estamos ante una bien hilvana campaña orquestada, tras bastidores, por ciertas élites y corporaciones de la comunicación que, actuando en las sombras, han salido triunfadoras al colocar en segundo plano el verdadero sentido del evento que inicialmente se celebraba: ¡España logró un campeonato mundial de fútbol femenino!
Al ciudadano común lo han colocado al margen de un evento que tenía derecho celebrar por todo lo alto. Pero, no. Ha podido más la avalancha de una sesgada y manipulada noticia (-convertida en campaña política) por los grupos más radicales del resentido “cuadro psicópata” del feminazismo ultra ortodoxo.
Estas protestas, que arrastran, tanto a la dirigencia ortodoxa, como a los miles de incautos e ingenuos, lograron opacar una victoria y su celebración para que otros no se vieran tan perdedores. Siempre va a ser la España relegada en esta Europa del desprecio que hará lo posible por marcar de culpas a la civilidad hispánica en el contexto de la cultura occidental.
Sí. El tal Rubiales pifió con su besote, histérico y a lo mero macho. De eso no hay dudas. La otra, a su vez, lo abrazó, alzó y en otros videos se ve cómo la Hermoso lo sostiene mientras el hombre queda en el aire. Que la Jenni no le haya aprobado el piquito, pues queda la duda en el video que aludimos. En todo caso, lo importante ha sido el evento, el momento y el beso queda para los comentarios al margen, (como bien lo ha dicho la propia Hermoso) en un escenario cargado de emociones. Tantas, que enfrenta la cordura oficial frente a la espontaneidad del momento.
Si vamos a señalar responsabilidades de actos no consentidos, habría que ser coherentes y ver, saber e identificar una serie de hechos, notorios, públicos y comunicacionales ocurridos en la España del momento, donde muchos hombres han estado expuestos al asedio de mujeres, tanto en insinuaciones como en toques y besos furtivos, sin que estos hechos se hayan convertido en escándalo nacional.
Ocurre entonces, que si algún hombre (-sea locutor, chef, cantautor o entrevistador) eleva su queja, lo menos que recibirá será una andanada de burlas hasta ser catalogado de “ambiguo” por sentirse ofendido al denunciar una posible violación de su masculina humanidad.
Lástima por España y los españoles que se han dejado meter “tremendo gol” por el fantasma del resentimiento social, amparados en las garras de las corporaciones que fabrican noticias sesgadas. Tenían derecho a celebrar en grande una victoria ganada a pulso y con sacrificio.
(*) camilodeasis@hotmail.com X @camilodeasis IG@