Pamela Des Barres, la reina de las groupies: DETALLES de sus amores con Jagger, sexo con estrellas y… ¿penes de yeso?

Pamela Des Barres, la reina de las groupies: DETALLES de sus amores con Jagger, sexo con estrellas y… ¿penes de yeso?

Pamela Des Barres, la más célebre de las groupies, cumple 75. Su libro de memorias es uno de los grandes textos sobre el rock de los setenta (Photo by Catherine McGann/Getty Images)

 

 

 

Pamela des Barres es la reina madre de las groupies. O algo así. Fue de las primeras en singularizarse dentro de esa masa excitada de chicas en busca de rockeros y sexo, de acceder a un mundo vedado, algo mágico y peligroso. Consiguió lo que las demás también buscaban pero sólo pocas consiguieron: fama (y buen sexo).

Por Infobae

“Todavía me llaman puta”, en la víspera de su cumpleaños 75, Pamela Des Barres hizo esa declaración con algo de azoramiento a un periodista norteamericano la semana pasada. “Debería tomármelo mal, pero no lo hago: esa gente no me conoce”. Después cuenta que todavía son muchas las groupies que la contactan por mail o por las redes sociales. No le piden consejo: los tiempos son muy diferentes. Pero le agradecen por haberles abierto las puertas, por haberles mostrado el camino con su libro autobiográfico.

“Hay algo que la gente olvida. Yo era una mujer que hacía lo que quería. Y no hay nada de malo con eso. Aunque al resto les parezca mal”, le responde a aquellos que prefieren juzgarla. “Yo sabía que no me iba a casar con Mick Jagger. Iba a pasar un rato con él. Y eso no estaba mal para mí en ese tiempo”.

Pamela insiste que en esos años todo el mundo tenía sexo, que eran tiempos muy libres. Y que su preferencia eran los músicos. Le gustaban, disfrutaba del ambiente, le fascinaba pasear por el backstage de los recitales y después salir de fiesta con los músicos.

Al principio la emoción del momento, la adrenalina de lo prohibido y la calentura sexual alcanzaban. La notoriedad no era algo tan deseado: el sexo libre no tenía tan buena prensa. Pamela sostenía que eran criticadas porque muchos querían estar en su lugar. Deseaban tener hombres hermosos y deseados a su lado, conseguir pases para el backstage, divertirse y vivir una gran vida. “No somos prostitutas. Nos gusta el glamour”, afirmaba.

 

Pamela Des Barres en 1987 (Photo by Catherine McGann/Getty Images)

 

Pamela escribió varios libros sobre sus experiencias como groupie. El primero de ellos, I´m With The Band (Estoy con la banda, la muletilla que orgullosas esgrimían ante los guardias de seguridad para ingresar en las zonas vedadas en los shows) se convirtió en una especie de clásico. Es una de las grandes memoirs del rock. El último, Let´s Spend The Night Together, es como un catálogo de su gremio; son entrevistas a otras groupies célebres de la historia del rock.

Pamela en su infancia idolatraba a Elvis y a los Beatles. Su sueño era conocerlos. Paul McCartney era su amor imposible. Luego su atención se corrió hacia los Rolling Stones: Mick Jagger se convirtió en su objeto de deseo. Un compañero de colegio le presentó al Captain Beefheart. Ese fue su ingreso al mundo del rock. Él le hizo conocer a Bill Wyman, el bajista de los Stones. Pamela todavía estaba en la escuela secundaria. Se convirtió en una especie de celebridad del mundo del rock en California. Salió con Jagger, con los Byrds, con Gram Parsons, con Morrison, con Jimmy Page y Robert Plant –sucesiva o simultáneamente-, con músicos country como Waylon Jennings y con personajes de Hollywood como Woody Allen o Don Johnson. Como se ve sus gustos eran amplios.

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