El avance de la inteligencia artificial cambiará muchos aspectos de la vida moderna. Ya sea en el lugar de trabajo o en casa, las computadoras súper alimentadas e intuitivas desempeñarán un papel integral en nuestras actividades cotidianas.
Por THE SUN
Un terapeuta le reveló a The US Sun sus temores de que los pacientes dependan demasiado de consejeros impulsados por IA, con preocupaciones crecientes de que se apeguen demasiado a su confidente virtual.
Los mismos problemas se prevén entre los especialistas en sexualidad, más específicamente las personas que se enamoran de los robots.
A medida que la tecnología de IA mejore, también lo hará la experiencia de interacción con chatbots o creaciones realistas que, para muchos que sufren problemas sociales, son una introducción bienvenida.
Los juguetes sexuales de la nueva era están empezando a inundar el mercado. De hecho, ya hay dispositivos virtuales a la venta que permiten a los usuarios tocar y sentir a un ser querido a miles de kilómetros de distancia, así como vibradores inteligentes que miden la intensidad de los orgasmos.
Pero, ¿qué pasa con el advenimiento de los sexbots en el futuro?
La experta en sexualidad Kaamna Bhojwani, que ha estado investigando los avances en inteligencia artificial y tecnología y cómo podría cambiar las relaciones y la intimidad, prevé todo tipo de problemas a menos que haya pautas claras sobre quién ha programado el software.
La académica con sede en San Francisco, que tiene una maestría en psicología de la Universidad de Columbia, no tiene reparos en que las personas muestren afecto o deseos por los bots de IA. Ella está más preocupada por los mensajes, y de dónde viene en primer lugar.
“La pregunta es, ¿quién controla la máquina?”, cuestionó a The US Sun.
“No para ser político aquí, pero si fue una China, si fue una Rusia, ¿cómo sabemos las implicaciones? Cuando se trata de algo como la sexualidad, las relaciones y la intimidad, estamos hablando de un núcleo muy vulnerable. Entonces, si quieres tener una relación con la máquina y no sabes quién está moviendo los hilos de esa máquina, sería muy peligroso”.
Kaamna señala el aumento en el uso de dispositivos inteligentes como Amazon Alexa o Google Nest y el miedo a que “te escuchen”.
Según ella, “estamos dejando que estos dispositivos entren en nuestras casas, generalmente somos libres con ellos, pero no tenemos una relación íntima con ellos de la misma manera”, agregó. No quiero alimentar teorías de conspiración porque, como dije, creo que tenemos que integrarnos con todas estas cosas. Pero si vas a dejar entrar a una máquina en un espacio muy vulnerable, que son tus relaciones, tus emociones, tu intimidad, ten cuidado con el origen de ellas”.
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