Nuestro país más allá de los embustes de quienes han hecho de la política un eterno aparecer en los medios, ofreciendo sueños pret a porter, está pasando por una recesión ya larga pero como las anteriores originada en hechos similares.
Desde que el petróleo proveyó al estado de ingresos nunca fantaseados en noches de borracheras… y que una sobre valuación del bolívar que le dio a los pocos banqueros de entonces, inmensos ingresos por intermediar en las importaciones que inmediatamente crecieron como bebé jirafa… acabando de paso las industrias nacionales salvo las que sucesivos gobiernos celestinearon.
Siempre sucedió que si bajan los precios del petróleo… o la producción… o los créditos internacionales dejaron de ingresar para equilibrar la balanza… el ciudadano silvestre comenzaba a ver cómo caía su nivel de vida.
Y los gobiernos se preocupaban… pero nada hacían para evitar futuras situaciones.
Cuando comenzó la democracia, a la huida del dictador Pérez Jiménez, un privado aprovechó su momentáneo ingreso a la junta de gobierno… para cobrarse la inmensa para entonces deuda que el gobierno había contraído… pensando que la bonanza de 1956 cuando el cierre del Canal de Suez… duraría para siempre.
Ese acto de avivato dejó al gobierno electo de Rómulo Betancourt sin fondos suficientes para pagar la nómina y se bajaron los sueldos en un 10 % que era mucho en un país casi sin inflación.
Eso lo leí pero recuerdo las maledicencias de hermanos mayores de mis amiguitos… rezongando porque “ya Caracas no tenía vida nocturna”.
Como siempre… incluso en las guerras… niños y adolescentes seguíamos jugando entre otras cosas porque ni en las casas, ni en las escuelas nos informaron de la situación.
El país se apretó el cinturón y Betancourt apostó por un equilibrio entre los barrios pobres y los ricos de entonces… construyendo pequeñas obras y dejando para más tarde, o a paso de caracol, lo grande como el Guri y la siderúrgica de Guayana hoy destartalada por una mezcla de corrupción y demagogia politiquera.
Esos rezongos de los hermanos de mis amiguitos… se escuchan en estos días cuando la recesión une factores como los ya señalados… y sanciones ilegales pero que nos hacen daño.
Y como antes entre los adversarios polarizados no veo un solo partido que le esté explicando a su militancia o a quien los quiera escuchar… una explicación y un camino para frenar la caída.
Se escuchan sí… promesas incumplibles sobre futuros grandiosos que nunca llegan y que empeoran la situación.
Nadie explica que la posible salida de Venezuela llevará varias generaciones porque el mundo es otro y el puesto del petróleo lo vienen tomando otras materias primas como el litio por poner un solo ejemplo sin mencionar la internet de donde ahora provienen los mega capitales.
Y en esa situación el Presidente viaja a la China para firmar creo que 31 memorandos de intención que envolverían 400 posibilidades.
Bravo… si solo fuese posible.
Si no estuviera mi patria desangrada ante la salida de los jóvenes más capaces… que de paso si se les ocurre regresar causarían más caos que las guarimbas porque no tenemos luz, agua y capital para apoyarlos… podríamos darnos el lujo de regresar a los ciclos de demagogia propios del pasado.
Pero eso no es posible y lo patriota es remar para atrás… dejar el verbo polarizante… concentrarnos en 2 o 3 áreas de crecimiento… y desistir de tantos compromisos internacionales que se firmaron en otros tiempos o que se hicieron por caerle bien a todos.
Uno de ellos es el carro eléctrico que si Venezuela lo adopta… dejarán la inmensa mayoría de los compatriotas a pie… y que es una estupidez dado que tenemos petróleo de sobra… y somos enanos en contaminación si nos comparamos por ejemplo… con USA, la China e incluso España.