La UE aplaza la decisión sobre las lenguas cooficiales y priorizará el uso del catalán

La UE aplaza la decisión sobre las lenguas cooficiales y priorizará el uso del catalán

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares | EFE/Pablo Garrigós

 

Los países de la Unión Europea siguen resistiéndose a reconocer el uso del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales. Tras una reunión de unos 40 minutos, el resto de los países europeos han mantenido sus reservas iniciales y han pedido más tiempo para analizar un tema que presenta numerosos obstáculos tanto jurídicos como económicos y políticos. Para dar un paso de este tipo, se necesita la unanimidad de las cancillerías, algo que parece casi imposible en el corto plazo.

Por La Razón





A pesar de este revés que dificulta la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha mostrado relativamente satisfecho con el resultado de esta cita. Al término de esta reunión, ha explicado a los medios de comunicación que ningún país ha vetado la propuesta y que el trabajo para conseguir la oficialidad de estas lenguas continúa, si bien no ha querido hablar de plazos concretos. Según sus palabras, a partir de ahora seguirá el trabajo a través de los grupos de trabajo habituales para “avanzar lo más rápidamente posible, canalizar esos comentarios y esas dudas”.

Albares ha anunciado que todos los gastos de traducción derivados de este reconocimiento serán sufragados por España y que, para hacer más fácil la puesta en marcha de esta medida, se seguirá un enfoque gradual en el que el catalán tendrá prioridad sobre el gallego y el euskera a la hora de conseguir la oficialidad.

El ministro, que ha comenzado su intervención saludando a los periodistas en las tres lenguas, ha negado que el catalán pueda ser considerada una lengua minoritaria. Actualmente en el club comunitario las lenguas oficiales están establecidas en un reglamento que se modifica tras cada adhesión de un nuevo país europeo. Esto significa que de las cuatro primeras lenguas oficiales en 1958 (alemán, francés, italiano y neerlandés) se ha pasado a las veinticuatro actuales.

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