El Gobierno de México endureció el viernes las medidas para evitar que los migrantes transiten por su territorio en los habituales trenes de carga. La Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión después de que la mayor operadora ferroviaria del país norteamericano paralizara el 30% de sus operaciones semanales, desbordada por la afluencia de personas en situación irregular que buscan cruzar la frontera norte y entrar en Estados Unidos.
Por La Razón
El Instituto Nacional de Migración (INM) ha establecido 15 medidas con las autoridades locales, la empresa Ferromex y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (CBP), entre las que se incluyen intervenir a los migrantes que se encuentren en trenes, carreteras o vías públicas, y devolverlos a sus respectivos países, recoge el comunicado del organismo.
Firmado tras una reunión en Ciudad Juárez (en el norteño estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos), el acuerdo pretende «evitar que los migrantes pongan en riesgo su vida al utilizar este medio de transporte con la intención de llegar a la frontera», añade el documento.
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