El Gobierno de los talibanes lamentó este miércoles que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas centrara ayer sus discusiones en los derechos a la educación y al acceso al trabajo de las mujeres en Afganistán, y se refirió a estos derechos como “dos cuestiones pequeñas y locales”.
“Las discusiones y opiniones en la ONU fueron desviadas al tratar solo dos cuestiones pequeñas y locales como son la educación de las mujeres y su trabajo”, afirmó el principal portavoz de los talibanes, Zabiullah Mujahid, en la red social X, antes Twitter.
Según ONU Mujeres, las restricciones contra las mujeres en Afganistán han provocado un “apartheid de género”.
Mujahid criticó así la intervención ayer ante el Consejo de Seguridad de la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, quien pidió a todos sus miembros que codifiquen explícitamente “el apartheid de género en la ley internacional” como único modo de responder apropiadamente a esta “opresión masiva organizada desde el estado” de los talibanes.
Los fundamentalistas han impuesto, a pesar de sus promesas iniciales de cambio con respecto a su primer régimen entre 1996 y 2001, fuertes restricciones a los derechos de las afganas desde que se hicieron con el control de Afganistán hace dos años.
Desde la prohibición total de la educación secundaria y universitaria femenina, alimentando una cada vez más vaga esperanza de reapertura tras introducir cambios en el currículum y la vestimenta, al veto a trabajar en ONG nacionales y extranjeras, pasando por numerosas restricciones a su presencia en espacios públicos.
Mujahid señaló que la ONU debería centrarse en sacar a los líderes fundamentalistas de su lista negra, eliminar sanciones internacionales y reconocer como la autoridad legítima en Afganistán al Gobierno interino de los talibanes, quienes se hicieron con el poder en agosto de 2021.
EFE