El papa se encuentra “profundamente entristecido” por los “devastadores efectos” del incendio que destruyó un salón de bodas en la ciudad iraquí de Al Hamdaniya, en la gobernación septentrional de Nínive, y provocó la muerte a 114 personas y heridas a más de 200 en la madrugada del miércoles.
Francisco, además, “envía su cercanía espiritual a todos los afectados por esta tragedia”, en su mayoría de religión cristiana, según se indica en el telegrama enviado en nombre del pontífice por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, al arzobispo de Mossul de Siria, monseñor Benedectos Younan Hano.
“Confiando las almas de los difuntos a la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso”, el papa “envía sentidas condolencias a quienes lloran su pérdida” y ofrece “oraciones por los heridos y por los esfuerzos de rescate del personal de emergencia”, se lee en el mensaje publicado hoy por el Vaticano.
Y “sobre todos invoca las bendiciones divinas de consuelo, curación y fortaleza”, concluye el telegrama.
Cientos de personas asistieron este jueves a una misa celebrada en la iglesia Al Tahira Al Kubra por las víctimas en Al Hamdaniya, dijo a EFE una fuente de la administración local de Al Hamdaniya, que reveló que entre las víctimas del incendio se encontraban mujeres y niños.
El primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, visitó ayer la localidad afectada y acudió a la diócesis de Mar Behnam y Sarah, donde se reunió con el arzobispo para ofrecer sus condolencias por el trágico suceso, publicó la agencia de noticias oficial iraquí, INA.
EFE