La escena se repite con frecuencia en varias ciudades de Estados Unidos. Un grupo de personas rompe, de la nada, los escaparates de una tienda. Luego, decenas más aparecen y emprenden entonces un asalto masivo. La lista de tiendas afectadas crece cada semana. Apple, Foot Locker y Lululemon son algunas de ellas.
Por El Tiempo
Es tal el nivel de alerta, que las autoridades ya acuñaron un término para referirse a esos casos. Los llaman ‘smash and grab’ (rompe y agarra, en español), y suelen ocurrir con características similares: a plena luz del día, en determinados comercios y con la suficiente rapidez para eludir una reacción de la policía.
La semana pasada ocurrió en Filadelfia, en Pensilvania. Entre 15 y 20 personas fueron detenidas por participar en unos saqueos. Algunos grupos de adolescentes, con los rostros cubiertos por máscaras, rompieron vidrieras, llenaron bolsas de plástico con ropas, calzado deportivo y accesorios, y huyeron al llegar la Policía.
En ese caso, los disturbios estallaron después de que la jueza Wendy Pew desestimara todos los cargos, incluido uno de asesinato, contra el policía Mark Dial por haber matado a tiros el 14 de agosto al conductor Eddie Irizarry, un incidente que quedó grabado en un video. Tras una audiencia preliminar, la jueza Pew aceptó el argumento de la defensa según el cual los disparos de Dial estaban justificados porque estaba reaccionando a una amenaza para su seguridad.
En días recientes fue el turno de California. Un grupo personas entró a una tienda de la reconocida marca de ropa Zara y se robaron varias prendas. Los asaltantes entraron con capuchas para evitar ser identificados.
Según las autoridades estadounidenses, las cinco ciudades o áreas metropolitanas más afectadas por estos casos de crimen organizado son Los Ángeles, San Francisco/Oakland, Houston, Nueva York y Seattle.
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