Si tan solo fueran ingeniosas decoraciones de Halloween.
Por New York Post
El área de la Bahía de San Francisco ha recibido numerosos informes impactantes y fotografías de arañas que caen del cielo y se adhieren a las superficies cuando llegan a tierra.
Los residentes han notado trozos de telarañas blancas que contienen crías de araña que aparentemente necesitan un nuevo lugar para vivir durante el proceso de “inflación”, informó el San Francisco Chronicle.
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“Son hebras de seda que las crías de araña usan para dispersarse”, dijo al periódico Fred Larabee, profesor asistente de biología en la Universidad Estatal de San José, comparando el acto espeluznante de la naturaleza con los pétalos de diente de león revoloteando en el viento.
“Para alejarse de donde nacieron originalmente, tejen estos hilos de seda y quedan atrapados por el viento, lo que atrae a las arañas a un nuevo lugar para vivir, a nuevos hábitats, para que no compitan con sus hermanos”, explicó.
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