Ocho años han pasado desde que se conoció por primera vez el nombre de una banda criminal de Venezuela que estaba migrando hacia varios puntos de Bogotá. El masivo éxodo hacia la capital del país empezó en 2016 y con ello la reconfiguración de las dinámicas sociales y, de paso, del mapa de la criminalidad.
Por El Tiempo
Un agente de inteligencia le contó a EL TIEMPO lo que ha sido durante estos años la lucha frontal contra el ‘Tren de Aragua’, cómo esta banda eliminó a poderosas organizaciones criminales locales y explotó el mercado del terror y de la droga para colonizar las localidades del sur.
La ola criminal expandida por esta estructura lleva estas cuentas: en 2019, cuando se conoció el primer caso de un hombre torturado y embolsado, se cerró con 19 muertos con esas mismas características.
En 2022, las bolsas con partes humanas abandonadas entre las fronteras de las localidades ascendió a 32, contando seis cuerpos que flotaron en el río Bogotá, en límites con Soacha. Y en lo que va de este año el conteo supera los 27.
El desembarco de los emisarios de alias Niño Guerrero, máximo cabecilla de ‘los Malditos de Aragua’ en Kennedy y Bosa, obligó a que la Policía de Bogotá repensara toda su estrategia buscando erradicar a esa organización.
A la fecha hay 129 capturas de líderes y más de 20 homicidios y sicariatos resueltos. La semana pasada se dio la primera condena contra ‘Leidy’ por un caso de embolsado en una casa de pique en Bosa.
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