Lo descubrió un estudio con más de 10 mil participantes en el Reino Unido. Cuánto tiempo pueden durar los síntomas y qué implicancia tiene el hallazgo para los pacientes.
Por infobae.com
La infección por el coronavirus produce secuelas en el 10% de los afectados, con una incidencia mucho mayor entre los hospitalizados. Se estima que hay 67 millones de personas en el mundo con el problema que se conoce como COVID Prolongado o COVID de larga duración.
La atención que generó ese trastorno en el campo de las ciencias despertó también interés por averiguar qué pasaba con otras infecciones respiratorias agudas, como el resfrío o resfriado. Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres, en el Reino Unido, hicieron un estudio para dar una respuesta. Publicaron el trabajo en la revista especializada EClinicalMedicine de The Lancet.
Los hallazgos del nuevo estudio
Descubrieron que las personas también pueden experimentar síntomas a largo plazo o “resfriados largos”, después de haber tenido infecciones que dan negativo en las pruebas de COVID-19.
Algunos de los síntomas más comunes del “resfriado largo” incluyen tos, dolor de estómago y diarrea más de 4 semanas después de la infección inicial.
Antes de la investigación, se sabía que las infecciones respiratorias agudas como resfriados, gripe o neumonía podían producir alguna secuela pero han pasado desapercibidas. No había evidencias que sugieran que los síntomas tengan la misma gravedad o duración que los del Covid de larga duración.
La nueva investigación, que fue financiada por Barts Charity, comparó la prevalencia y gravedad de los síntomas a largo plazo tras un episodio de COVID-19 frente a un episodio de otra infección respiratoria aguda en personas que habían dado negativa para la infección por el coronavirus.
Quienes se recuperaban de una infección por COVID-19 eran más propensos a sufrir mareos o vértigos y problemas con el gusto y el olfato, en comparación con quienes habían padecido una infección respiratoria sin el coronavirus.
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