Pasajeros israelíes llegados este miércoles a Madrid en un avión comercial desde Tel Aviv (Israel) expresaron entre lágrimas su miedo, tristeza y desesperación por la situación bélica que vive su país y su rabia por el ataque de Hamás, una organización terrorista que denuncian que “está asesinando de forma indiscriminada” a la población.
Entre los viajeros que accedieron al vestíbulo de una de las terminales del aeropuerto madrileño Adolfo Suárez-Barajas había muchas familias que se fundieron en abrazos y en llanto incontenible por los seres queridos que dejaron atrás y el horror vivido desde el ataque el pasado sábado, según declararon a los medios.
Todos ellos relataron la enorme dificultad de conseguir un vuelo, ya que las mayoría de las compañías cancelaron sus operaciones, y el caos reinante en el aeropuerto de Tel Aviv, “totalmente colapsado”, explicó el venezolano Philippe Elie, que llegó unos días previos del ataque a Israel para dejar a su hija en una de las universidades de esa ciudad.
“Es una ciudad que está zombi. Tuvimos mucho miedo, un cohete nos cayó encima de la cabeza pero fue interceptado”, añadió Elie, que vive en Miami (Estados Unidos) y esperará hasta que la situación se normalice para intentar que su hija regrese y retome sus estudios.
La pareja formada por Nicole y Rafael, muy afectados y que viven en Israel desde hace solo un año, manifestó su dolor por el ataque de Hamás, “un grupo terrorista que asesina indiscriminadamente a civiles, a mujeres y niños, viola a mujeres sin más… Su único fin es hacer daño”.
“No se está luchando contra el pueblo palestino, sino contra los terroristas”, subrayaron ambos, que entre los movilizados por el Ejército israelí tienen amigos y familiares.
Una mujer de mediana edad, Marina, fue a buscar a sus dos hijas, una de las cuales, Jasmine, explicó el horror del incesante sonido de las sirenas y las alarmas.
Ella y su hermana viven a solo 14 kilómetros de la Franja de Gaza y sintieron “mucho miedo; al principio no sospechábamos que fuera tan grave, que fuera una guerra, porque casi siempre tenemos alarmas”.
“Toda mi vida está allí”, exclamó llorando Jasmine. Su madre declaró que solo han comprado el billete de ida de sus hijas, el de vuelta no.
El conflicto entre Israel y las milicias palestinas de la Franja de Gaza marca este jueves su quinto día y deja ya más de 3.000 muertos, con más ataques aéreos sobre la Franja y nuevos lanzamientos de cohetes hacia las comunidades israelíes fronterizas, mientras continúan también las hostilidades en la frontera con Líbano.
EFE