En la historia de la humanidad podemos encontrar ejemplos que nos ayudarán a decirnos, en esta hora de incertidumbre para muchos, que no hay que perder el foco ni dejar caer al precipicio del pesimismo las ilusiones futuristas, tan necesarias para sacudirnos los malos síntomas de desaliento que pudiera estar rondando nuestro espíritu de lucha. Tenemos a la mano enciclopedias que recogen esos relatos que dan cuenta de pueblos, de países de cualquier parte del mundo, que se levantaron sobre los escombros que quedaron después de librar guerras fratricidas y hoy lucen el esplendor del desarrollo económico y humano labrado con “sangre, sudor y lágrimas”.
Los venezolanos estamos demostrando de qué madera estamos tallados. Se ve claramente nuestro perfil de pueblo valeroso, abnegado y persistente a la hora de buscar salidas a los problemas que nos agobian. Vemos como se aproxima la fecha para celebrar las elecciones primarias y todo parece indicar que ha sido posible llegar hasta aquí, muy a pesar de los tremendos escollos que hemos encontrado en el camino. Esas primarias serán una prueba irrefutable de que no hay nada imposible de alcanzar, cuando prima ese espíritu de lucha para conquistar las metas que tenemos por delante. Así ha sido este tránsito desde que se inició la carrera en pos de la meta para seleccionar democráticamente a la persona que nos representará unitariamente en las presidenciales pautadas para el venidero año 2024. Ya sabemos que han sido múltiples los inconvenientes, como la escasez de alimentos, de gasolina, la agobiante crisis de servicios públicos, etc., sin embargo, la gente sale a las calles, y demuestra que no hay obstáculo que pueda impedir su participación en esas elecciones primarias. Eso es muy meritorio para un pueblo que no se da por vencido!
En esa carrera, encabeza el pelotón de aspirantes, María Corina Machado con su mensaje unitario. Para ella la reconciliación entre todos los venezolanos es tan importante como su plan de gobierno Tierra de Gracia. Unirnos en un país que cuente con instituciones que se ocupen de garantizar que haya justicia, educación, salud, trabajo y buenos servicios para todas las familias venezolanas. Un gobierno con un Estado al servicio de la gente y no al revés, como lamentablemente ha venido ocurriendo. Hacer realidad el sueño de tener mejores oportunidades para dejar la pobreza para siempre y tenderles puentes a los niños y a los jóvenes para que caminen hacia un porvenir en donde se realicen como personas y ciudadanos ejemplares.
Un país en donde las familias podrán reunificarse cuando los hijos o los padres o los abuelos que están en la diáspora, retornen amparados por un gobierno de ciudadanos encabezado por María Corina. Un país que esté en capacidad de explotar racional y eficientemente sus recursos naturales para encausar sus dividendos hacia el apuntalamiento de otras fuentes de riquezas relacionadas con la transición energética. Un país con un gobierno liderado por María Corina que sea garante de la paz, de la estabilidad y de la seguridad jurídica en nuestro hemisferio que ella afianzaría, en contraste con ese clima de fragilidad que desata un régimen autoritario como el que padecemos ahora. Con @MaríaCorinaya , HASTA EL FINAL!