Cuando se menciona el nombre de Steve Jobs, se está haciendo referencia a una figura icónica en el mundo de la tecnología, conocida por su innovación y creatividad. Su legado como fundador de Apple y Pixar que dejó una huella indeleble en la industria tecnológica, también le representó una notable riqueza hasta su fallecimiento el 5 de octubre de 2011 a la edad de 56 años debido a un cáncer de páncreas.
Por Infobae
Este audaz pionero y visionario que revolucionó la forma en que las personas interactúan con la tecnología, tenía un asombroso patrimonio que ascendía a 10.200 millones de dólares en el momento de su fallecimiento, sin embargo, esta fortuna solo tuvo dos grandes herederas.
En su testamento final, el creador de la compañía de la manzana mordida dejó todos sus bienes en manos de su esposa, Laurene Powell Jobs, quien lo acompañó desde que se casaron el 18 de marzo de 1991 hasta sus últimos días.
Los hijos del matrimonio Reed Paul, Eve y Erin Sienna no figuraron en el documento, aunque sí lo hizo Lisa Brennan; la primera y durante muchos años no reconocida hija de Jobs, quien fue la excepción debido a como fue su conflictiva historia con el empresario.
Laurene, la mano derecha de Jobs
Laurene es originaria de West Milford, Nueva Jersey. Estudio en la escuela de negocios de la Universidad de Pensilvania. Después de graduarse tomó un trabajo en Goldman Sachs como estratega comercial de renta fija.
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