Alfredo Maldonado: Lo que es cierto es cierto, hasta en el chavismo

Alfredo Maldonado: Lo que es cierto es cierto, hasta en el chavismo

Tan cierto como que Nicolás Maduro debería saber que no basta con afirmar que se es cristiano/católico practicante para serlo, es que ni Jesus nacido en Belén era palestino ni nadie puede creer que María Corina Machado es ya la líder más importante de la oposición, la que recibirá la responsabilidad de enfrentarse contra quien el chavismo decida que será su candidato presidencial en 2024.

Lo malo es que pocos creen que el castromadurismo sea realmente chavista siendo ya Hugo Chávez un pretexto a olvidar, y menos aún creen que saque cuantos votos saque la ingeniero Machado el chavismo cívico-militar, armas e ignorancia en mano, la dejaría desplazarlos del poder. Están demasiado comprometidos como para eso.

Más creíble sería que el chavismo esté negociando en Washington o donde sea para presentar un cambio presuntamente democrático a la opinión internacional, cambio para el cual empezarían por presentar un relevo en el mando. Maduro debe estar nervioso, o al menos preparándose, ¿sera grata la vida de un exiliado comunista y antijudío en Irán? Porque sin duda, aunque se tenga dinero en el bolsillo en Cuba no lo es, y la señora Maduro no creo que se aguante las limitaciones que rodean a los cubanos de hoy y la Cuba que el castrismo ha producido en sesenta años de empeño, esa Cuba que debe aguantarse a otros países para que le den limosnas, que usa el avión venezolano que Maduro debe a Irán para poder viajar.





Pero son muchos los países donde los Maduro pueden largarse a vivir, con plata todo es posible, no se dejen atemorizar porque la España de Pedro Sánche haya mandado a Carvajal a Estados Unidos, los Maduro pueden irse por ejemplo a China. O al pueblo indio donde estaba el santón aquél al cual ambos viajaron a venerar y que, obviamente, quizás olía mal pero hizo mucho dinero y no era cristiano.

Una nueva aristocracia está ahora relevando a la anterior, que se ha ido casi toda, la mayoría de los venezolanos no tienen edad para recordar cuando se susurraban críticas por los adecos que compraban y se mudaban al Country, Valle Arriba, Altamira, La Castellana, Las Mercedes, allá por los sesentas del siglo XX. Una de las ventajas del dinero, si se le manipula bien, es que hace olvidar sus orígenes y los que lo han heredado sanamente o lo han ganado terminan negociando asociados con la plata robada, un dólar siempre es un dólar, y los jóvenes chavistas se casarán con los ricos de siempre, ¿cómo creen que creció explosivamente buena parte de La Lagunita?

Aunque en mis buenos tiempos –ahora, viejo, padezco los malos por no haberme largado a tiempo o por no buscar hacerme querer por los chavistas- pude viajar frecuentemente a Nueva York, Chicago y Miami, y a Europa y Latinoamérica, eran tiempos más baratos, cuando cualquier persona de baja estofa podía viajar a Miami a hacer compras, y si los castromaduristas que quieren llegar felices a viejos ricos con tranquilidad, jardines y buena plata, recuerden que Venezuela sigue siendo considerada nación petrolera y que el Estado tiene ahora unos cuantos millones menos de personas de las cuales preocuparse.

Lo que tienen que hacer los dirigentes es entregar parte de la industria petrolera, vendérselas a dos o tres grandes empresas, que ellos paguen la recuperación e impuestos. ¿Pueden entender la importancia popular de un buen sistema ferroviario, por ejemplo? Que los chinos o los japoneses o los españoles lo construyan y después cobren las tarifas. El Gobierno no necesitará un lenguaje progringo, basta con moderar las idioteces que dice Maduro y señalar que su Venezuela es un país democrático porque da facilidades a los inversionistas privados de todo el mundo, y si al público le parecen muy altas las tarifas del ferrocarril al Presidente de turno le bastará estar de acuerdo en que el capitalismo se aprovecha de las necesidades del pueblo.

Con comprar algunos cazas franceses basta para que no nos acusen de apoyar a los rusos, y el caza europeo no es malo, al contrario, unos cuantos Eurofighters nos harían protegidos de Europa. Para que los F-16, que son todavía excelentes, duren muchos años más, basta con contratar a los israelíes para que los actualicen sin anunciarlo públicamente, para ellos será un buen negocio y eso es lo que les interesa. La ideología no es suicidarse apoyando a camaradas desprestigiados y criminales como Hamás y los iraníes, el régimen de Maduro comete un grave error al solidarizarse con Hamás que hace todo lo posible por demostrar que son asesinos implacables y no ideólogos de la izquierda, ¿por qué creen Maduro y sus alrededores que los ricos países árabes les dan millones? Para que los terroristas crean que Arabia Saudita, Emiratos, Qatar, podridos en dólares, son musulmanamente camaradas, para que no los maten a ellos.

Irán está muy lejos y es aunque rico un paria internacional, fue un error de Chávez dar pasaportes a los iraníes y otros bandidos, hubiera bastado con recibir y brindar con Ahmadinejad, cuestión de cortesía. Los chinos están dispuestos a cualquier cosa por que los dejen hacer negocios, no exigen comunismos a cambio, pregúntenle a los africanos, y dejar a los chinos meter plata en Venezuela es una manera de decirle al imperialismo yankee que somos rebeldes pero sin compromisos, y a Putin le estamos regalando una solidaridad que él manipula a su favor sin tener que pagar por ella.

Ayudar a Cuba, regalarle petróleo, darle plata, es botar los reales, el castrismo cubano se hunde y todos lo saben, Díaz-Canel es sólo una fachada y hasta López Obrador lo sabe. Eso que llaman comunismo y revolución se está hundiendo poco a poco, Evo Morales es un hablador de pendejadas y el litio y el petróleo se encargarán de él, y unos cuantos bolivianos, Correa es un remoto refugiado, Petro es otro hablador de sandeces y ya se comió un año ganándose el odio de cada día más colombianos. A Petro lo devolverán a su casa y los militares y policías colombianos seguirán peleando con guerrilleros que sacan mucho de Venezuela sin verdadera contraparte, pongan presos a algunos militares y ricos aliados con el narcotráfico y quedarán como grandes demócratas con los bolsillos llenos con todo lo ganado hasta ahora, que es mucho para muchos que poco tendrán que esforzarse para poner esa plata a producir dentro y fuera del país.

Lo que debe pensar ese sucesor de Maduro, sea quien sea, es que puede mantener alardes revolucionarios y al mismo tiempo convertirse en rescatador de la Venezuela pobre, y sin poner dinero, podrá seguir robando que son muchas las fuentes de riqueza venezolana y que los privados internacionales y los propios que pongan sus reales, incluyendo a la nueva aristocracia. Porque además podrá exigir que le suspendan las sanciones porque es demócrata en ejercicio.

Salvo que piensen que unos años de oposición con mucha plata en el bolsillo permitiría a los jerarcas del PSUV rescatarlo, fortalecerlo, para volver al poder en el siguiente período. María Corina Machado y su Gobierno pueden ser una brillante alternativa para los castromaduristas.