Entre los intereses estratégicos de la primera potencia mundial, los Estados Unidos, está el de disminuir su dependencia energética del Medio Oriente, particularmente de Arabia Saudita, por tal circunstancia, el vecino del Norte le ha dado un impulso acelerado a las negociaciones con Nicolás Maduro, dirigidas a normalizar la exportación petrolera de Venezuela.
Esta prioridad estratégica es apremiante para ellos, debido al bajo nivel de las Reservas Estratégicas de Petróleo (SPR, en sus siglas en inglés). Actualmente las reservas son de 362 millones de barriles de petróleo, la mitad de su Capacidad Objetivo, por lo cual requieren comprar más de 300 millones de barriles.
Para Junio de 2023 la exportación petrolera de Venezuela a USA fue de 153.000 barriles diarios, mientras que el valor de su exportación, en los primeros seis meses del año, alcanzó a 1.300 millones de dólares, un aumento de 1.100 millones de dólares sobre el año anterior.
La normalización de la producción de crudo venezolano, pasa por la participación de compañías petroleras norteamericanas a fin de mejorar y optimizar la produccion, mediante licencia específica, una vez levantadas las sanciones. Hasta el momento las empresas que han obtenido licencias para operar son las siguientes:
Chevron Corp que trabaja en Venezuela desde 1923 y actualmente tiene con PDVSA 5 proyectos de operación petrolera en oriente y occidente del país; 4 asociaciones estratégicas y 3 proyectos de crudo pesado. Destacan Petro Boscán; Petro Independiente; Petro Piar; Petro Independencia. Fue la primera empresa en obtener, recientemente, licencia para exportar a USA, con el fin de cobrar su deuda a Venezuela. PDVSA le debe 4.000 millones de dólares. El objetivo de Chevron es incrementar su producción en 65.000 barriles diarios para finales de 2024.
Schlumberger de Venezuela CA, empresa de servicios petroleros, opera en el Lago de Maracaibo con el Campo D&M, así como Surenco y otros dos campos en Oriente. Halliburton, por su parte, está en Punta Camacho en el Lago de Maracaibo y mantiene bases operativas en Maturín. Hasta la fecha había registrado como pérdidas incobrables 312 millones de dólares invertidos en Venezuela. La Weaterford International, y Baker Hughes son las otras dos operadoras de pozos en obtener licencia para trabajar en el país. La situación no es fácil. El número de taladros operativos es cero. Schlumberger, por su parte, tiene 15 taladros inactivos en reserva.
Repsol, empresa española tiene participaciones en el Proyecto del campo de gas Perla en el Golfo de Venezuela; también el Quiriquire Gas en Oriente; Petro Carabobo con crudo pesado; Petroquiriquire en Monagas; Ypergas en Guárico. También en sociedad con la ENI italiana, están en negociaciones para producir y exportar gas desde Cardón con destino a Europa.
ENI es una Compañía italiana que recientemente reactivó la exportación petrolera desde Venezuela a Italia, con la finalidad de reducir sus acreencias. Hace poco, trajo un barco cargado con gasolina.
“El camino más largo, comienza con un paso”, dice un proverbio chino. Estiman que se necesitan unos 10.000 millones de dólares de inversión en los próximos 10 años para llevar la producción a 2,5 o 3,0 millones de barriles diarios. Ya se dio el primer paso para abastecer a Estados Unidos de crudo. Entre los problemas que se presentan para la reactivación de actividades operativas está la puesta en operación de un buen número de nuevos taladros de perforación.
El camino es largo, incierto y complejo. Conocemos el presente, el futuro es inescrutable.
Economista/Historiador. https://gerardolucas.wordpress.com/