Un plomero, una mucama, un chofer y un carpintero están entre los empleados y trabajadores contratados de Mar-a-Lago que los fiscales federales podrían llamar a testificar contra el expresidente Donald Trump y sus dos coacusados en su próximo juicio penal en Florida, según múltiples personas familiarizadas con la investigación.
Por CNN
CNN reunió una imagen completa de cómo los fiscales están estructurando su caso contra Trump sobre su mal manejo de documentos clasificados encontrados en Mar-a-Lago.
Mientras que algunos de los testigos que pueden ser llamados a declarar provienen del círculo íntimo de Trump, incluyendo personas que lo acompañaron durante su carrera en los negocios, como candidato político y de su tiempo en la Casa Blanca, otros testigos potenciales son los tipos de trabajadores rara vez notados por los huéspedes ricos de Mar-a-Lago, según las fuentes.
Otros testigos probables también incluyen agentes del Servicio Secreto de Trump, exfuncionarios de inteligencia, así como personas que estaban en la habitación con Trump cuando fue capturado en múltiples grabaciones de audio haciendo referencia a un documento militar sobre posibles planes para bombardear Irán, según las fuentes.
Pero, si los trabajadores de bajo nivel, que eran los ojos y los oídos de Mar-a-Lago, son llamados a testificar, podrían ofrecer al público un nuevo nivel de conocimiento sobre el exclusivo club y el enfoque de Trump sobre la información sensible de seguridad nacional desde que dejó la Presidencia. Algunos de ellos siguen trabajando en Mar-a-Lago.
Actualmente, está previsto que el juicio comience en Florida en mayo, mucho antes de las elecciones presidenciales de 2024. Pero la jueza federal que preside el caso, Aileen Cannon, está considerando trasladar el juicio hasta después de las elecciones, enterrando potencialmente los detalles sobre el comportamiento de Trump hasta después de que los votantes acudan a las urnas.
En total, los fiscales podrían utilizar a estos testigos para explicar a un jurado el ambiente desenfrenado que presidió Trump tras dejar la Casa Blanca. Los testigos potenciales ya hablaron —algunos varias veces— con los investigadores federales en detalle sobre el nivel de seguridad en el complejo Mar-a-Lago, incluyendo cómo se guardaban allí las cajas de documentos y si eran visibles o los visitantes de la propiedad podrían haber tenido acceso a ellas.
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