Hizbulá reivindicó hoy nuevos ataques contra el norte de Israel que, según el grupo chií libanés, dejaron al menos “un muerto y un herido” tras lanzar misiles guiados contra posiciones militares israelíes cercanas a la localidad de Dovev, próxima a la frontera común.
El movimiento chií dijo en un comunicado que este domingo atacaron “una fuerza logística perteneciente al ejército israelí” que supuestamente estaba a punto de “instalar postes de transmisión y dispositivos de escucha y espionaje”, cerca del cuartel de Dovev.
Según la nota, Hizbulá atacó la posición israelí con misiles guiados y cohetes que provocaron la “destrucción” del lugar y dejó “un muerto y un herido”.
Tras esta acción, el grupo chií lanzó otros ataques que dejaron “bajas confirmadas” del “enemigo sionista” en el triángulo de Al Taihat y Ruwaisat Al Asi, también en la divisoria entre ambos países, así como en Birkat Risha y Zait, donde lanzaron proyectiles de artillería.
En esta nueva jornada de fuego cruzado, Hizbulá anunció también una baja en sus filas, lo que eleva a al menos 72 el número total de bajas registrado en sus filas durante el último mes.
Por su parte, la Agencia Nacional de Noticias (ANN) libanesa informó que Israel utilizó esta pasada madrugada bombas incendiarias para atacar los bosques adyacentes a la Línea Azul, en la frontera entre Líbano e Israel, después de sobrevolar la zona con aviones de reconocimiento.
De acuerdo con esta misma fuente, el ejército israelí también lanzó ataques con aviones de combate, drones y bombardeos de artillería en las afueras de las ciudades fronterizas entre Naqura y las proximidades de la ciudad de Aita al Shaab.
Desde el pasado 8 de octubre, el grupo armado y las tropas israelíes están enzarzados en intenso fuego cruzado a través de la divisoria entre ambos países, donde también se han producido acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en el Líbano.
La creciente escalada fronteriza ha sembrado los miedos a que el Líbano se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza, algo que el Gobierno libanés intenta evitar con contactos a nivel doméstico e internacional para tratar de contener la situación.
EFE