Un ejecutivo de marketing de Texas que se perdió durante más de un día en el desierto y fue víctima de agotamiento por calor se vio obligado a beber de un charco y comer renacuajos para sobrevivir.
Por Clarín
El hombre, llamado Jeff Hahn, realizaba una caminata junto a su hija por el desierto de el parque estatal Big Bend Ranch bajo un sol abrasador cuando se desorientó debido al calor extremo.
El desenlace de la historia de Hahn, sin embargo, es afortunada. En junio, un adolescente murió después de sufrir un golpe de calor en el mismo parque debido a las temperaturas que en ese momento registraron casi 50 grados celsius.
La tragedia de ese caso fue doble, ya que el padre de ese joven subió a su hijo al auto y manejó rápidamente para pedir ayuda, pero en un momento perdió el control del vehículo y se estrelló, lo que le cobró la vida.
Otro caso informado fue el que sucedió a finales de octubre, cuando un excursionista de 71 años fue encontrado muerto junto a su perro aún vivo después de desaparecer durante una caminata en una montaña de Colorado.
Todos los casos tienen al calor extremo como común denominador. Un hecho que no sólo afecta a Estados Unidos, Brasil registra por estas horas temperaturas récord y Argentina espera el verano más caluroso que se recuerde, con termómetros que marcarán más de a 45°, según los pronósticos.
Calor extremo y malas decisiones
Hahn, que tiene 59 años, le contó a Texas Highways que atribuye a “tres milagros” su supervivencia después de que los calambres en las piernas y en todo el cuerpo infligidos por el calor lo derribaran mientras caminaba .
“Hacía 41,7 °C en los pequeños puntos de sombra disponibles en el parque ese día”, indicó un informe de su eventual rescate.
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