En una dramática declaración, la madre de uno de los migrantes venezolanos retornados desde Islandia, quien fue retenido por las autoridades venezolanas al llegar al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, expresó su profunda preocupación y exigió respuestas sobre las medidas tomadas por las autoridades en Venezuela.
Por Ana C. Guaira Barreto / Corresponsalía lapatilla.com
Estos venezolanos retornaron al país en vista de que el gobierno de Islandia negó sus solicitudes de asilo. Otra versión a la que tuvo acceso el equipo de lapatilla.com refiere que la situación de los temblores y el clima complica su estadía el país nórdico.
Marbelys Ferrer (nombre ficticio para evitar represalias del régimen en contra de su familiar) sumamente angustiada relató cómo su hijo tomó la decisión de regresar voluntariamente a Venezuela, después de haber firmado documentos y haber seguido los procedimientos establecidos por la Organización Internacional de Migración.
Explicó que al llegar al aeropuerto en Maiquetía, su hijo y otros 180 migrantes fueron obligados a firmar una carta en la que supuestamente se les acusa de “traición a la patria”, además de haber recibido un trato similar al de las personas deportadas.
Ferrer, quien actualmente reside en Islandia, expresó su desconcierto por las medidas tomadas por las autoridades del régimen de Maduro, ya que su hijo y los demás migrantes regresaron de un país considerado de primer mundo, donde no hay presencia de Covid-19 ni fiebre amarilla, y donde se han implementado todas las medidas de seguridad y salud necesarias.
Sin embargo, en Venezuela retuvieron sus pasaportes, les tomaron fotografías y huellas dactilares, y los catalogaron como “repatriados”, a pesar de que tomaron la decisión de regresar al país voluntariamente.
La madre expresó su mayor preocupación por la situación en la que se encontraba su hijo y los demás migrantes retenidos en el refugio de la Misión Negra Hipólita, ubicado en Camurí Chico. De acuerdo con los informes que recibió, el lugar carecía de agua y no se encontraba en condiciones para albergar a las personas retenidas por las autoridades. Esta información no pudo ser verificada por nuestro equipo, debido a que el ingreso se encontraba restringido al momento de la visita.
Ferrer hizo hincapié en las dificultades que enfrentaron para salir de Venezuela y en la incertidumbre que genera la posibilidad de no ser aceptados nuevamente en Islandia. Sin embargo, dejó claro que están dispuestos “a seguir luchando por una vida mejor”.
En ese sentido, exigió una explicación lógica por parte de las autoridades venezolanas sobre las medidas tomadas y solicitó la devolución de los recursos económicos que presuntamente les despojaron, los cuales representaban un capital otorgado por el gobierno de Islandia “para comenzar de nuevo en Venezuela”.
Concluyendo su declaración, la madre expresó su deseo de que su hijo y el resto de los migrantes se encuentren bien y pidió una pronta respuesta a su denuncia formal sobre la situación que enfrentaron al llegar a su país natal, Venezuela.
La otra cara de la moneda
Andrés Goncalves, jefe de Seguridad Ciudadana de La Guaira expresó que “se estaban cumpliendo protocolos”.
De acuerdo con la información suministrada por Goncalves a nuestro equipo, estos venezolanos no presentaron problemas legales ni migratorios, “simplemente cumplimos con lo que se debía hacer”.
En horas del mediodía de este viernes 17 de noviembre, a las víctimas de este nuevo atropello del régimen se les permitió abandonar el lugar para llegar a sus destinos en los distintos estados de Venezuela.
