Un hombre originario de Tennesse, que manejaba su camión con destino a Baltimore, en Maryland, frenó para tener un descanso y cargar nafta sin saber que sería su día de suerte. Mientras hacía su parada, se dirigió a la estación de servicio a comprarse un sándwich y otro elemento que forma parte de su tradición: un juego de raspadito. Ese día le fue mejor que nunca, porque ganó miles de dólares.
Por La Nación
El expiloto de carreras, residente de un pequeño pueblo de Tennessee cerca de Bristol, suele conducir por toda la costa este y el medio oeste. Además, es amante de los raspaditos, en estos años sus mayores ganancias habían sido de US$2000 en Pensilvania y otra vez logró la misma cantidad en su estado natal. Ese gusto lo comparte con sus hermanos, aunque ninguno había sumado un pozo como este: 100 mil dólares.
“La familia dice que hay mucha suerte, buena suerte, mala suerte y suerte Spangler”, indicó, en broma, el conductor de camiones. Con este resultado, afirmó que la fortuna de su familia cambiará, todo gracias a un ticket del “$100,000 Ca$h” que cuesta US$30. La gran noticia la compartió con sus amigos y familiares antes de reclamar sus ganancias en la sede de la lotería, ubicada en Baltimore.
Spangler explicó que se había sentido atraído por el boleto instantáneo por su promesa, escrita en el frente, de más de 60 premios máximos de US$100 mil. En un primer momento, se confundió y pensó que solo había obtenido US$100. “Estaba feliz, luego tuve que mirarlo fijamente durante 30 segundos para estar seguro de que había ganado”. Antes de permitir que la emoción lo desbordara, prefirió comprobar muy bien el ticket, porque en otras ocasiones ya se había llevado grandes desilusiones.
“Nunca me había pasado algo así. No podría haber sucedido en mejor momento”, añadió. El hombre comentó que con el dinero que ganó planea liquidar el préstamo de un automóvil y ahorrar el resto. Además, los administradores del establecimiento donde se vendió el ticket ganador, Pilot Travel Center, recibirán un bono de US$1000.
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