La tregua entre Israel y Hamás se extendió por un día hasta el viernes, anunciaron ambos bandos minutos antes de que esta expirara el jueves por la mañana, un extremo confirmado poco después por Catar como país mediador.
Inicialmente pactada para cuatro días y prolongada dos más, la tregua expiraba el jueves a las 05H00 GMT, pero los países mediadores en este conflicto presionaban para conseguir una extensión que se obtuvo in extremis.
Minutos antes del plazo, el ejército israelí anunció que, “a la luz de los esfuerzos de los mediadores para continuar el proceso de liberación de rehenes (…), la pausa operativa continuará”.
Poco después, el movimiento islamista Hamás anunció en un comunicado un acuerdo para “extender la tregua por un séptimo día”, pero sin dar más detalles.
Previamente el grupo había acusado de Israel de rechazar una extensión de la tregua después de que Hamás hubiera propuesto entregar a siete rehenes y a los cadáveres de tres más.
Catar, principal mediador del conflicto con ayuda de Estados Unidos y Egipto, confirmó a través de su cancillería “un acuerdo para extender la tregua humanitaria en la Franja de Gaza por un día adicional bajo las mismas condiciones”.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ratificó la prórroga después de haber recibido una nueva lista de “mujeres y niños” rehenes que iban a ser liberados el jueves de acuerdo con los términos del acuerdo.
El anuncio se produjo horas después de la llegada a Israel del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que quería presionar a ambas partes para alargar esta pausa.
Preparados para el combate
El pacto permitió un cese de los combates iniciados el 7 de octubre, cuando militantes de Hamás lanzaron un ataque sobre el sur de Israel en el que mataron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según las autoridades del Estado hebreo.
Israel respondió con una ofensiva aérea y terrestre sobre la Franja de Gaza que ha matado a casi 15.000 personas, también civiles en su mayor parte, según el gobierno de este territorio controlado por Hamás.
El acuerdo de tregua alcanzado la semana pasada prevé prórrogas si el movimiento islamista libera a 10 rehenes por día, que son canjeados por 30 presos palestinos, pero ambos bandos advirtieron antes de la extensión que estaban listos para volver a luchar.
El brazo militar de Hamás instó a sus combatientes mantenerse “en alta preparación militar (…) en previsión de una reanudación de los combates si (la tregua) no se renueva”.
De su parte, un portavoz militar israelí, Doron Spielman, dijo que las tropas “se colocarán en modo operativo muy rápidamente y continuarán con los objetivos en Gaza” si la tregua expiraba.
En la noche, el movimiento islamista Hamás había liberado a diez nuevos rehenes israelíes en virtud del acuerdo, además de cuatro tailandeses y dos ruso-israelíes al margen de este esquema.
Entre ellos, había Liat Beinin, que también tiene nacionalidad de Estados Unidos. Su presidente Joe Biden dijo estar “profundamente satisfecho” y defendió que el acuerdo de tregua “ha traído resultados significativos”.
Poco después, la autoridad penitenciaria de Israel anunció la excarcelación de otros 30 presos palestinos. Según Catar, son 16 menores y 14 mujeres.
Entre los últimos presos liberados estaba Ahed Tamimi, una activista de 22 años que es un símbolo de la causa palestina contra la ocupación israelí.
“Verdadero alto el fuego”
Desde el 24 de noviembre, el acuerdo de tregua ha permitido la liberación de 70 rehenes israelíes y excarcelar a 210 palestinos, estos últimos mujeres o menores de 19 años.
Además, una treintena de rehenes extranjeros, en su mayoría tailandeses que viven en Israel, fueron liberados fuera del marco del acuerdo.
Numerosas figuras internacionales reclaman una tregua más duradera.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reclamó “un verdadero alto el fuego humanitario” y dijo que los gazatíes sufren “una catástrofe humanitaria épica”.
China urgió una “tregua humanitaria prolongada y duradera” en un documento de su cancillería, que reclamó también “un alto el fuego integral” y la “liberación de todos los civiles y rehenes cautivos”.
La tregua permitó aumentar considerablemente la cantidad de ayuda humanitaria llegada a la Franja de Gaza, sometida a un “asedio total” por parte de Israel que cortó el suministro de comida, agua, electricidad o combustible.
Sin embargo, la situación sigue siendo “catastrófica”, juzgó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) que afirma que “existe riesgo de hambruna”.
Según la ONU, 1,7 millones de los 2,4 millones de habitantes de la Franja de Gaza han sido desplazados por la guerra y más de la mitad de las viviendas han sido dañadas o destruidas. AFP