Chicago está lidiando con una reacción local contra el traslado de inmigrantes sin hogar a un nuevo campamento de tiendas de campaña administrado por el gobierno a medida que las temperaturas bajan y siguen llegando más inmigrantes.
Por Reuters
Cientos de inmigrantes siguen durmiendo en el suelo o en tiendas de campaña frente a las comisarías de policía de la ciudad. Algunos de los que permanecieron esta semana se acurrucaron cerca de tiendas de campaña vistiendo parkas, gorros de punto e incluso gafas de esquí para hacer frente al clima frío y la nieve.
Al mismo tiempo, decenas de manifestantes se han estado reuniendo diariamente cerca de un sitio de construcción donde se está construyendo uno de los dos nuevos refugios en el vecindario Brighton Park de Chicago. Los refugios, financiados por el estado de Illinois y que se espera que abran a mediados de diciembre, albergarán hasta 2.200 solicitantes de asilo y su construcción costará 65 millones de dólares.
Los miembros de la comunidad de Brighton Park están demandando a la ciudad para intentar detener la construcción, alegando que viola las leyes de zonificación de Chicago.
“Estas personas recién se bajan del autobús y les dan todo”, dijo uno de los manifestantes, Ricardo Palacios, residente desde hace mucho tiempo. “Como contribuyente, no creo que eso sea correcto”.
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