Los resultados del referendo consultivo en Venezuela sobre el Esequibo arrojan nuevas sombras sobre la transparencia del Consejo Nacional Electoral de cara a las presidenciales de 2024 y no disipan las dudas sobre su impacto real en la defensa del territorio en disputa con Guyana, de acuerdo con los expertos.
Por VOA
El Consejo Nacional Electoral anunció la noche del domingo la “victoria” del Sí promovido por el chavismo en las 5 preguntas consultadas a los venezolanos sobre el Esequibo, con entre el 95 % y 98 % en cada una de ellas.
Pero la cifra más esperada fue la de la participación: según el CNE venezolano, se registraron 10,5 millones de votos en las urnas el domingo.
Ese número representa la mitad del padrón de votantes del país, de más de 21 millones de personas. Ni siquiera el expresidente Hugo Chávez pudo alcanzar 10 millones de votos en la cima de su popularidad, a pesar de que lo planteó como meta en una elección, en 2005, donde quiso lograr “10 millones por el buche”.
Algunos analistas, como el politólogo Nicmer Evans, incluso plantearon la duda de si Elvis Amoroso, presidente del CNE, se había equivocado de términos y se había referido a esa cantidad de “votos”, no de votantes, tras sumar 5 respuestas a las preguntas por cada elector que fue a participar el domingo.
Henrique Capriles Radonski, excandidato presidencial del opositor Partido Primero Justicia, aseguró que Amoroso reportó una participación de 2,1 millones de electores. “No se atrevió a decirlo (…) eran 5 votos por elector”, escribió, un cálculo según el cual tendría fundamento la cifra reportada, de 10,5 millones.
Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, destacó que Amoroso no compartió el porcentaje de abstención del electorado, que habría aclarado la “duda razonable” sobre cuántos electores realmente votaron.
Expertos consultados por la Voz de América advierten que la duda sobre la cifra de votantes queda latente, afectando la transparencia del órgano comicial en su primer acto de votación tras su renovación y su peso en el caso Esequibo.
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