Para comprender a cabalidad el proceso constitucional en el que se encuentran enfrascados los chilenos, es necesario hacer un poco de historia. Luego del estallido social en octubre de 2019, el 78% del electorado votó por cambiar la Constitución impuesta por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y en 2021 eligió democráticamente a una convención dominada por la izquierda, para que elaborara un nuevo texto constitucional. Sin embargo, aquella propuesta fue rechazada de forma abrumadora en septiembre del año pasado, a pesar de que las encuestas preveían lo contrario.
Tras este primer intento, Chile avanzó en un segundo proceso constitucional y en mayo pasado eligió a nuevos redactores, la mayoría esta vez de tendencia derechista, quienes elaboraron otro texto que, por supuesto, no convenció a la izquierda y ha tenido detractores dentro del mundo académico e incluso dentro de la misma oposición. Esta propuesta es la que se votará el próximo domingo 17 y he aquí sus normas más controvertidas:
1.- Aborto
Aunque la nueva propuesta constitucional no incluye ninguna mención explícita al aborto, sí asegura a todas las personas el derecho a la vida e indica que “la ley protege la vida de quien está por nacer”. Esa mención, aunque muy similar, contiene un matiz a la de la Carta Magna vigente, en donde se recoge que “la ley protege la vida del que está por nacer”.
Para la consejera feminista María Pardo, militante del izquierdista partido Convergencia Social, ese cambio de palabras —“que” por “quien”— “hace referencia a la calidad de ser humano, persona, respecto de la vida del que está por nacer y eso va a tener un impacto en cómo se reciba eso a nivel legal”. Para la activista, ese punto “obviamente, habilita la posibilidad de que retrocedamos en materia de los derechos de las mujeres”.
El oficialismo teme que, de aprobarse el artículo con esa redacción, pueda colisionar con la aplicación de la ley que permite el aborto en tres causales: cuando peligra la vida de la madre, por inviabilidad del feto y en caso de violación.
Para el delegado conservador Arturo Phillips, “en ningún caso existe acá una derogación de la ley vigente, lo que nosotros no queremos es retroceder en el derecho a la protección de la vida”. Agrega que quien está por nacer “es sujeto de derecho y de protección, por parte del Estado”.
No obstante, el Código Civil chileno señala que “la existencia legal de la persona natural comienza al nacer y termina con la muerte”. Añade que, entre los requisitos, para la existencia legal están el que haya nacimiento y que el niño “sea separado completamente de su madre, es decir, que su cuerpo salga íntegramente del vientre de su madre”.
El presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, ya advirtió sin embargo que cuando sean mayoría en el Congreso buscarán eliminar la ley de aborto en tres causales.
2.- Detenciones en lugares no habilitados
El artículo 31 de la propuesta constitucional trata sobre las medidas y facultades del Presidente de la República en relación al estado de asamblea y estado de sitio. En su inciso 7, el texto señala que el mandatario en funciones podría arrestar a las personas en sus propias casas o en lugares que no sean centros comunes de detención.
«Por la declaración de estado de sitio, el Presidente de la República podrá restringir la libertad de locomoción y arrestar a las personas en sus propias moradas o en lugares que la ley determine y que no sean cárceles ni estén destinados a la detención o prisión de reos comunes. Podrá, además, suspender o restringir el ejercicio del derecho de reunión».
El cientista político Danilo Herrera levantó las alarmas sobre esta norma en radio La Clave a través de un ejemplo: «Imagínense que José Antonio Kast gana la próxima elección, y puede decretar él por sí solo estado de sitio por un acto terrorista en cualquier región del país, y eso quiere decir que (…) nos pueden detener en nuestras propias moradas y nos pueden meter presos en recintos que no sean cárceles. Ese es el nivel al que hemos llegado».
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