Como si en lugar de terminarse el año se acabara el mundo, ya desde que empieza a llegar el mes de noviembre a su fin comienzan los mensajes en los grupos de whatsapp: “Hagamos algo antes de fin de año”, “tenemos que vernos”, “arreglemos ahora, que después nadie puede”.
Por Infobae
Y, así, se levanta la bandera de largada de una carrera contra el tiempo, para llegar a agendar cuanta reunión social permita el calendario. Incluso en contra del cansancio y la necesidad de descanso que el cuerpo pide hace rato.
¿Cuál es la causa por la que a esta altura del año a la gente le urge reunirse, incluso con personas que tal vez no vieron en todo el año? ¿Por qué la mayoría de las personas no puede decir que no a este tipo de compromisos? Sobre eso, Infobae consultó a especialistas para analizar los motivos detrás de la vorágine en la que más de uno se ve embarcado por estos días.
“Pongémoslo de esta manera: si hay algo que es importante para nosotros, algo valioso que anhelamos y queremos cuidar y nutrir, ¿no lo llevaríamos a cabo? ¿No intentaríamos lograrlo? Si lo pensamos así, no sería extraño pensar que, pronto a finalizar el año, nos urja reunirnos con personas de nuestro afecto, interés, y familiares”. Así comenzó a observar ante la consulta de este medio, el licenciado en Psicología Ignacio Enriquez (MN 54.951), integrante del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de Ineco.
Y si bien reconoció que “es una inclinación que, si bien podría decirse que responde a la idiosincrasia argentina e ideales de familia/comunidad marcados por la cultura en la que se crece”, consideró que “también son decisiones iniciadas por los valores y lo que a cada uno lo identifica”.
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