Año Nuevo: ¿cuál es el verdadero origen de la celebración de inicio de año?

Año Nuevo: ¿cuál es el verdadero origen de la celebración de inicio de año?

 

A menos de un día para la celebración del Año Nuevo, el mundo se prepara para despedir el 2023 y dar inicio al 2024, llevando a cabo una de las celebraciones más grandes de la temporada. No obstante, muchos de quienes llevan a cabo los distintos rituales en esta fecha desconocen por completo el origen de la misma.





Por El Tiempo

Este domingo cientos de miles de personas en todo el mundo trascenderán de un año a otro, reuniéndose con sus seres queridos para dejar atrás el 2023. Sin embargo, esta fecha de celebración de nuevo inicio ha tenido varias versiones a través de la historia en distintos calendarios que han regido los tiempos del mundo.

Todo inicia en el año 1582, año en el que el papa Gregorio XIII instauró el 1 de enero como el primer día del año, esto a través de la implementación del calendario gregoriano, tal y como lo explica National Geographic en su portal ‘web’.

Sin embargo, una historia alterna afirma que el Año Nuevo solía celebrarse en el mes de marzo, pero eso cambió tras la imposición del emperador Julio César que trasladó la celebración para el primer día de enero de cada año, creando así el calendario Juliano. La fecha se modificó para que las tropas que participaban en la guerra llegaran antes para preparar la campaña de la primavera.

Sumado a esto, el cambio buscaba alinear la celebración de iniciar el año con el solsticio de invierno y la conmemoración de un dios romano. La reforma de Julio Cesar también puso fin a la práctica de otros calendarios que poseían estructuras de distribución anuales diferentes entre sí, que generaban caos en el tiempo.

El calendario Gregoriano y el festejo de Año Nuevo

Aunque el calendario Juliano se instauró durante siglos en el régimen del contenido temporal del año, este provocó varios desajustes en el registro astronómico. Los días en las fechas de Julio Cesar duraban 365.25 días, pero el astronómico tenía una cifra de 365. 2422 días, esto provocaba una pequeña diferencia de 11 minutos, un reducido número que con el pasar de los años se acumuló y sumó horas hasta provocar un desfase en el horario.

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