La Policía Nacional de Ecuador detuvo a un hombre presuntamente vinculado con una llamada en la que se amenazaba con la colocación de una bomba en la ciudad de Ambato, en el centro andino de los Andes ecuatorianos.
Una fuente del Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 indicó a EFE que el sujeto fue detenido la mañana del jueves tras investigaciones realizadas luego de la llamada de alerta a la línea de emergencias la noche anterior.
En esa comunicación, una mujer informó que recibió una llamada de un colaborador para “amenazar que nos va a poner una bomba, que ya tiene todo listo y que él va a actuar”, según el audio difundido este viernes por el ECU 911, debido a que antes no podía hacerse público por temas de flagrancia.
Según los protocolos logísticos del ECU 911, estas alertas reciben un tratamiento prioritario debido a su complejidad y se coordinan de forma inmediata con los recursos técnicos de Policía y otras instituciones articuladas para que efectúen las labores de atención.
Una vez recibida la alerta y con las indicaciones brindadas por la persona que llamó al 911, las unidades policiales asistieron al punto (una entidad pública) para verificar la situación, al llegar, y luego de realizar las labores de evaluación e indagación en el lugar, determinaron que no había novedades relacionadas con artefactos explosivos.
Ante esta situación, los agentes de la Policía Judicial se comunicaron con el 911 para que se activara la herramienta de georreferenciación y se ubicara el terminal móvil de la persona que presuntamente realizó las amenazas a la ciudadana.
Con esta herramienta tecnológica -que permite la geolocalización y determina la ubicación o posicionamiento geográfico de un número celular- se pudo aprehender a un ecuatoriano de 38 años (sin detenciones previas), quien aparentemente realizó la amenaza de colocación de bomba, y se lo puso a órdenes de las autoridades judiciales competentes.
Según el reporte inicial de los agentes que ejecutaron el procedimiento de aprehensión, el ciudadano fue detenido por “el presunto delito de intimidación”.
Además, como evidencias e indicios asociativos se confiscaron terminales móviles de distintas marcas y modelos.
El pasado 9 de enero, cuando Ecuador atravesaba por un estado de excepción por una serie de atentados y disturbios en las cárceles, el presidente Daniel Noboa apuntó en un decreto la existencia de un “conflicto armado interno” en el país contra las bandas del crimen organizado, a las que catalogó como grupos “terroristas”.
Noboa ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares “bajo el derecho internacional humanitario y respetando los derechos humanos”.
Esta semana las fuerzas del orden continúan con los operativos de seguridad en los que han detenido a más de 2.000 y han incautado diversos tipos de armas.
EFE