La política de la Ciudad de Nueva York que estipula que las familias de inmigrantes deben abandonar los albergues municipales después de 60 días y solicitar una nueva ubicación en el centro de admisión ubicado en el Hotel Roosevelt de Manhattan, no será revisada “ni en una letra” por el alcalde Eric Adams, pese a la avalancha de críticas y protestas encabezadas por líderes demócratas.
Por El Diario NY
“Está funcionando. A diferencia de otras ciudades, ningún niño o familia duerme en las calles de la ciudad de Nueva York. Y tenemos la audacia de decirle a la gente soltera, dentro de 30 días tienes que ser autosuficiente, porque no podemos sostenerlos para siempre”, sostuvo este martes el mandatario municipal.
Con base a las cuentas del mandatario, el 80% de los adultos solteros que se les notificó que debían abandonar el refugio, pudieron dar el paso a su independencia. Y en general, el 60% de las personas que han llegado desde la primavera de 2022 solicitando albergue, ya han dado “el siguiente paso de su viaje”.
Más de 172,400 inmigrantes han pasado por el sistema de admisión de inmigrantes creado como parte de esta emergencia. Hay más de 67,500 personas en albergues financiados por la Ciudad, lo que significa que casi 105,000 han seguido adelante, bien porque se han movido a otras ciudades o porque han podido rentar sus espacios.
Los inmigrantes siguen llegando, pero con la certeza que su estadía en los albergues municipales que los acoge a su llegada, no puede ser ilimitada. En algunos casos, ya algunas familias de inmigrantes han permanecido en hoteles por más de 14 meses.
Contraloría investiga
Esta norma sigue siendo el centro de fuertes críticas y protestas. El contralor Brad Lander inició una investigación detallada de los impactos fiscales y los efectos que tendrá la medida.
A principios de esta semana, Adriadnne Adams, la presidenta del Concejo Municipal aseveró que “como madre y abuela me duele ver a niños pequeños y familias perjudicados por la política de 60 días. Insto al alcalde a que abandone esta táctica cruel. Y, en cambio, buscar una gestión más sólida que respete nuestra responsabilidad moral como gobierno”.
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