Jannik Sinner hizo historia en el Abierto de Australia al romper el impactante reinado de Novak Djokovic en el Abierto de Australia, acabando con la racha récord de 33 victorias consecutivas del serbio en Melbourne Park y su aspiración a un 25º título de Grand Slam. El italiano se impuso por 6-1, 6-2, 7-6 y 6-3 ante el serbio y accedió a la definición del torneo.
Por Infobae
El número cuatro del planeta desplegó un tenis soberbio, lo que dejó prácticamente sin reacción al mejor ubicado del ranking ATP. Nole, por momentos, lució impotente, lo que quedó en evidencia con algunas de sus actitudes.
Cuando promediaba el cuarto set, Djokovic pagó su frustración con el juez de silla al ofrecerle de manera sarcástica una taza de té por su pasividad ante los gritos de algunos aficionados en los momentos previos a su saque.
¿Vas a decir algo o te vas a quedar callado?”, arremetió el balcánico. Ante la respuesta del umpire de estar preparados para jugar, explotó. “¿Quiere una taza de té para que te relajes?”, soltó sin rodeos.
Poco después, en los instantes previos a que se consumara su derrota en el Abierto de Australia tras 2195 días (luego de que el transalpino le quitara el saque en la cuarta manga), Djokovic tuvo otra actitud que de manera milagrosa no terminó en un warning. El oriundo de Belgrado descargó su ira cuando pasaba por detrás del umpire propinando un fuerte raquetazo a uno de los micrófonos que se encontraban instalados cerca de los banquillos del Rod Laver Arena.
Tras romperse su hegemonía en el Australia Open, el serbio realizó una fuerte autocrítica: “Estaba en shock con mi nivel, no estaba haciendo muchas cosas como tocaba. Es uno de los peores partidos en Grand Slam de mi carrera. Quiero darle crédito a él por hacerlo todo mejor que yo”.
Para leer la nota completa, aquí