Un nuevo fenómeno de prestación turística viene tomando fuerza en el oriente de Venezuela, pues muchos migrantes han conseguido en alquileres vacacionales una manera de generar ingresos, mientras no están en el país.
Corresponsalía lapatilla.com
“Yo entregué mi apartamento en Lechería a una inmobiliaria, cobran 40 dólares diarios por una ocupación máxima de seis personas, la mayoría de la gente alquila por dos o tres días, la empresa se encarga de todo y genero un ingreso” así Marcos Martinez, quien actualmente vive en Panamá, mantiene la movilidad de su propiedad cercana a Playa Lido.
Esta opción sería más económica para grupos familiares, pues en un hotel tradicional la noche por persona oscila de 20 a 250 dólares dependiendo del nivel y servicios del establecimiento.
Dianne Serrano, directora ejecutiva de la Asociación de Hoteleros de Anzoátegui (Ahotanz), mostró su preocupación por el alquiler de propiedades en conjuntos residenciales de la zona por temporada vacacional.
“No hay un marco legal, la oferta es privada y no existe un registro de números, los hoteles luchan por sobrevivir, hay ofertas, pero estamos preocupados” dijo.
La informalidad de esta actividad no reportaría ingresos oficiales a la industria turística, aún se desconoce mucho sobre este mercado paralelo que viene en franco creciendo de manera exponencial.