Este 12 de febrero se cumplen 10 años desde que miles de venezolanos salieron a protestar pacíficamente por la crisis, siendo reprimidos de forma violenta por fuerzas adeptas al chavismo.
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Aquella jornada, fuerzas de seguridad y colectivos asesinaron a tres personas durante una marcha estudiantil, perdieron la vida el estudiante Bassil Da Costa (23 años), el líder social Juan Montoya (51 años) y Robert Redman (31 años).
Luego, la represión dejó 43 muertos y más de 3.000 arrestos en tres meses.
Así inició el régimen de Maduro una maquinaria perfectamente diseñada para perseguir a la disidencia.
Años posteriores, funcionarios policiales y militares, junto a grupos armados, atacaron manifestaciones en 2017 y 2019, dejando centenares de víctimas.
La ONU encontró que los crímenes fueron orquestados por altos funcionarios, calificándolos de lesa humanidad.
Esto llevó a la Corte Penal Internacional (CPI) a investigar las sistemáticas violaciones desde 2014.
A 10 años, Venezuela sigue bajo una maquinaria represiva ejecutada desde lo más alto del Estado para acallar cualquier voz contraria.
Con información de Monitoreamos.com