Al inicio de este mes se desarrolló en Venezuela, con asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo, la cuarta sesión del Foro de Diálogo Social. Esta se iba a realizar en diciembre del año pasado, pero abruptamente el régimen de Nicolás Maduro la suspendió sin dar siquiera razones al respecto. Aunque perfectamente todos conocemos la única razón: ganar tiempo electoral.
Pues bien, la realización de este foro asistido es un inmenso logro obligante de Fedecámaras, con su anterior directiva, no está, y la CTV, además de otras grandes organizaciones que agrupan sindicatos y gremios en el país. Es un triunfo internacional contra el régimen la sola derrota en la OIT que lleva años labrándose, así como que se obligue por parte de los países del mundo a discutir los detalles de los convenios internacionales suscritos por Venezuela y tapiados desde el poder. La fijación del salario, la protección sindical y la obligada reunión tripartita para llegar a acuerdos son un lujo contra los macabros de Miraflores y sus alrededores palaciegos.
Ahora, la pretención de los buenos amigos de la CTV y del mismo Foro de Diálogo Social así como de la OIT de que el régimen aumente el salario mínimo a $200 cuando menos y en marzo, luce que va a ser improcedente por diversas razones. Hemos visto -más ultimamente- como Maduro y sus seguidores en el poder han desconocido acuerdos recientemente firmados. Hemos visto este mismo mes como ha expulsado sin miramiento alguno a quienes venían trabajando también por la ONU en los DDHH como sus representantes, representantes incluso del máximo encargado en la materia en el mundo. O sea, el régimen no para mientes en acuerdos, legislación, DDHH, sanciones, ni nada. Eso en principio.
Luego, a nadie puede escapársele la idea fija electoral del régimen. En uno de sus peores momentos, además, al respecto. Si el sentido de aguantar cualquier aumento no es sólo la inflación, aunque el documento emanado por la CTV refiere claramente que no sería problema según los estudios técnicos realizados, sino arrimar la fecha hacia la más cercana que puedan a las elecciones -en el segundo semestre, si es que están dispuestos a cumplir alguna parte del acuerdo de Barbados-, marzo luce como una fecha irreal, cuando no se ha establecido un cronograma electoral, aunque el Foro haya determinado su propio cronograma para el ajuste del salario mínimo.
Lo otro que luce improcedente según el accionar y el propalar del régimen es el monto. Se afincará en la idea de la contención de la inflación, según mi criterio, muy a pesar de lo que señalen los estudios técnicos que sabemos lo poco que le importa y se lucirá exponiendo de nuevo los “efectos de las sanciones” que podrían incrementarse este año como consecuencia de la política general del propio régimen del terror. Así que pensar en $200 como salario mínimo es una quimera a mi entender, según el desempeño de estos seres nefastos que dicen que gobiernan.
Con esto no quiero decir que está mal hecho exigir los derechos, en eso estamos, en cualquier foro. Que esté mal que se produzca la exigencia en la OIT, por los países del mundo que obligan de algún modo; que no se pida por la libertad sindical y de asociación que tanto hemos estado propagando estos últimos años de agonía, o, que no se deba exigir la libertad a los sindicalistas o profesores presos cobardemente por el régimen, o sometidos a libertad condicional. No. Pero es preciso atenerse a las realidades de un poder que impone su criterio a pesar de todo lo internacional y lo nacional, las leyes, la Constitución o los DDHH.
En ese sentido, me gustaría aventurar la idea lamentable de que no habrá ajuste del salario mínimo en marzo ni el monto, tambien lamentablemente, será de los $200 exigidos como mínimo. Luce más cercano a las elecciones el mes de mayo si acaso y con un monto bastante lejano de esos 200, basado en la discursividad del régimen para contener las obligantes necesidades legales de los trabajadores. Lamento tener que diferir de los buenos amigos de la CTV y del resultado del Foro en cuanto a ajuste y fecha. Pero el análisis no da para más. Estos criminales atropellan de cualquier modo y con cualquier justificación, como siempre han hecho, el trabajo y al trabajador.