Sus herederos en el poder han sido más implacables, al perseguir a partidos y líderes con toda forma de violencia, al dividir agrupaciones políticas buscando adueñarse de colores y tarjetas. Triquiñuelas vanas, porque la ciudadanía a estas alturas sabe muy bien dónde está ubicada y hacia donde apunta. El cerco a la realización política incluye agresiones físicas en los actos proselitistas, degradación de la imagen pública de los líderes, violencia política contra la mujer y muchas otras menudencias. El fin es el mismo: acabar con los partidos para minar de cualquier modo su fortaleza. A esto se suma el cierre de medios; emisoras radiales, bloqueo a los portales noticiosos o de opinión, como este en el que ahora escribo, límites a la participación del liderazgo político opositor en las televisoras del país. Cierre de todas las vías de acceso a quienes deseamos manifestar nuestro pensamiento político hacia la libertad y la democracia, contrario a este régimen oprobioso.
En todo ese oscuro contexto dictatorial que se vive en Venezuela de cara a las elecciones nacionales por la presidencia, hay un partido joven, liderado por Delsa Solórzano y un selecto grupo de líderes nacionales, regionales y locales que se ha estado expandiendo con actividades en todo el país. Se llama Encuentro Ciudadano. Una agrupación política que lucha por ese intento de retornar a la democracia. Así lo demostró con su intensa participación en la Plataforma Unitaria Democrática para organizar el difícil proceso de primaria. Ni el partido ni Delsa se retiraron, siguieron en la conciencia de que con el partido es que podemos aspirar a la democracia, según la máxima especificada supra. Una vez concluidos los resultados, no hubo freno alguno, seguimos porque la ruta está trazada, son las elecciones para sacar el despotismo canalla para siempre. Desde la Plataforma, con una imagen propia, el partido sigue enfrascado en acudir a la ciudadanía, a conocer y denunciar sus problemas, en tratar de gestar soluciones a largo plazo.
En estos días se produjeron reuniones a lo interno de Encuentro Ciudadano para trazar la ruta estratégica de cara a las elecciones presidenciales. Sin abandonar, por supuesto ninguna de sus actividades previas, como la defensa de los DDHH o los presos políticos, el partido seguirá planificando y llevando en acciones diarias, continuas, la idea de que vamos a elecciones y las vamos a ganar con la candidata unitaria electa. A pesar de las inmensas dificultades, como la ausencia de un cronograma cuando está por finalizar el primer trimestre del año, la carencia de separación de poderes que permita confiar en algo de lo ejecutado por las instituciones que tienen el deber de canalizar los actos políticos y electorales que conduzcan a una elección libre, debemos seguir la ruta electoral, hasta obtener el ansiado triunfo.
Los venezolanos no debemos parar en la exigencia de las condiciones óptimas para la elección; así, la ayuda internacional es imprescindible en ese sentido. Debe haber observación pautada que permita garantizar mucho antes del día de la elección que hay una certeza pública de que los resultados serán objetivos y respetados. Más allá de la certeza de saber quiénes y cómo manejan el poder está la necesidad de todos los venezolanos, dentro y fuera del país, de salir para siempre del hueco del terror, del hambre, de las violaciones frecuentes y sistemáticas a los derechos humanos, de la carencia de libertades políticas y sociales.
Encuentro Ciudadano continuará enfrascado en la ruta electoral, de la mano de todos, de cada uno de los compatriotas que han sido contactados estos años. Y, por cierto, desde nuestra agrupación no podemos olvidar que entre los presos políticos se encuentra un luchador copartidario nuestro, Nelson Piñero, para quien seguiremos solicitando su liberación inmediata, al igual que para todos los presos políticos. Un solo sendero: elecciones, democracia y libertad.