El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, trasladó este martes en Tel Aviv al mediador estadounidense, Amos Hochstein, que los ataques diarios de Hezbolá han alcanzando un punto crítico que obliga a Israel a una respuesta militar.
“Estamos comprometidos con el proceso diplomático, pero la agresión de Hezbolá nos está acercando a un punto crítico en la toma de nuestras decisiones militares”, expresó Gallant a Hochstein.
Durante la reunión, los dos líderes también abordaron la importancia de gestionar la seguridad en la zona norte del país para que las decenas de miles de desplazados por los bombardeos puedan volver a sus hogares.
Hochstein llegó hoy a Israel después de que ayer hiciera una visita relámpago a Beirut, donde se reunió con los principales líderes libaneses, algunos de ellos aliados de Hezbolá, para reiterarles que un arreglo negociado es “la única forma de terminar con las hostilidades” fronterizas.
Este lunes, además, un trabajador extranjero de la India murió en el norte de Israel y otros siete resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, por el impacto de un misil antitanque disparado a la localidad israelí de Margaliot desde el Líbano, confirmó el servicio de emergencia Magen David Adom (MDA).
Desde el inicio de la guerra en Gaza, el fuego cruzado entre Israel y la milicia chií proiraní Hezbolá no ha dejado de recrudecerse, en lo que ya constituye la mayor escalada entre ambos desde la guerra en el Líbano de 2006.
En casi cinco meses de ataques cruzados, al menos 317 personas han muerto, la mayoría en el lado libanés y dentro de las filas de Hezbolá, grupo que ha confirmado 228 bajas, algunas de ellas en Siria.
En Israel han muerto 17 personas en la frontera norte (10 soldados y 7 civiles); mientras que en el lado libanés han fallecido unas 300 personas, incluyendo unos 32 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 39 civiles -entre ellos diez menores y tres periodistas-, además de los milicianos de Hezbolá.
EFE