El renombrado psicoanalista británico John Bowlby, identificó cuatro tipos de apego que se forman en la niñez y que moldean nuestras relaciones futuras. Estos son: el ansioso, el evitativo, el seguro y el desorganizado. Cada uno de ellos refleja diferentes formas de vinculación con nuestros cuidadores y deja una marca indeleble en nuestra psique.
Por Enfemenino
1. Apego ansioso: la búsqueda constante de seguridad
Si te identificas con este tipo de apego, es probable que busques constantemente la aprobación y la cercanía de tu pareja. Te sientes inquieta cuando no estás junto a ella, temes ser rechazada y necesitas una constante validación de tu valía. La ansiedad y el miedo a la soledad suelen ser compañeros habituales en tu vida amorosa.
2. Apego evitativo: la independencia a toda costa
Las personas con este tipo de apego tienden a ser muy independientes emocionalmente. Prefieren mantenerse a distancia de las relaciones profundas y evitan mostrar vulnerabilidad. No les preocupa demasiado la aprobación de los demás y pueden sentirse incómodas ante muestras de afecto demasiado intensas.
3. Apego seguro: la confianza en uno mismo y en los demás
Aquellas con un apego seguro tienen una sólida autoestima y se sienten cómodas expresando sus emociones. No temen la intimidad ni la cercanía emocional y suelen comunicarse de manera abierta y directa con sus parejas. Disfrutan tanto de la compañía como de la soledad y confían en su capacidad para resolver conflictos.
4. Apego desorganizado: entre la búsqueda y la huida
Este tipo de apego es una mezcla entre el ansioso y el evitativo. Quienes lo experimentan pueden alternar entre la necesidad desesperada de cercanía y el rechazo repentino de la misma. Se sienten atrapadas en un vaivén emocional que dificulta la estabilidad en sus relaciones.
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