Si de historias de superación se trata, Jesús Brazón es el ejemplo perfecto: escapó de Venezuela hacia Miami tras ser víctima de un secuestro, aprendió a hornear pan a través de YouTube en la cocina de su departamento, inauguró su propia panadería y ahora está nominado a los premios James Beard, considerados como los Oscar gastronómicos.
Por La Nación
De ser secuestrado en Venezuela a su propia panadería en Miami
Todo comenzó en 2008, cuando huyó de su país natal en medio de un clima de crecientes tensiones políticas, económicas y sociales. Tomó esa decisión luego de que lo secuestraran a cambio de un rescate en Caracas. De allí viajó a Canadá y luego a Nueva York, antes de instalarse en Miami. Luego, aprendió a hacer pan a través de tutoriales de YouTube: practicaba con las hornallas de su departamento, que adaptó para que funcionaran como un horno.
En un principio, los resultados no eran nada buenos. No solo la estética dejaba mucho que desear, con formas imperfectas, demasiadas roturas en la corteza o una miga muy densa, sino que también el sabor era asqueroso. “Tenía gusto a alfombra”, recordó respecto del primer pan que horneó, en una entrevista con Miami Herald. Durante dos años, no pudo comer su propio pan porque era “amargo y desagradable”.
Con la crisis en Venezuela en aumento, los padres de Jesús, Manuel Brazón y Scarlet Rojas, viajaron hacia el sur de Florida y se unieron a su hijo. Su papá empezó a trabajar en Zak the Baker en el vecindario de Wynwood. Allí fue empleado durante cuatro años, hasta que, junto a su Jesús, abrió en enero de 2020 su primera panadería Caracas, en la ciudad de Doral. Era un local pequeño de apenas 93 metros cuadrados. Poco a poco, empezaron a formarse largas filas todas las mañanas de personas que querían comprar el pan recién horneado, que se agotaba al mediodía.
Por su parte, Jesús Brazón inauguró en 2023 su propio local Caracas, en el área de Miami Modern, conocida como MiMo, más precisamente dentro de un modesto centro comercial. Lo recuerda como un verdadero desafío personal: “Quería intentar abrir un lugar más grande y no quería hacerlo en una comunidad latina. Me dije a mí mismo: ‘Voy a probar y demostrar que puedo trabajar en cualquier lugar’”.
Aunque mantuvo los panes horneados como su producto estrella, también agregó otras opciones para ofrecer un menú más diverso y llamar la atención de más consumidores. Así fue que empezó a comercializar también pasteles, desayunos completos con huevos revueltos y cachitos rellenos de jamón y queso, una comida popular en su Venezuela natal. Asimismo, incorporó tostadas con salmón, tomate o champiñones; sándwiches potentes con panceta, huevo, queso y cebolla caramelizada o de brócoli, queso cheddar, mozzarella, tomate disecado y alioli de pesto.
Jesús fue nominado a “los Oscars” gastronómicos y su objetivo ahora es más ambicioso
A través de tutoriales en YouTube, poco a poco fue perfeccionando sus habilidades. Así fue que llegó a ser nominado a un premio de la Fundación James Beard, que son considerados como ‘los Oscar’ gastronómicos en Estados Unidos. Los galardones no solo están destinados a chefs y restaurantes, sino que también contemplan otras categorías relacionadas con la cocina como: libros, periodismo, medios de comunicación, diseño de locales y logros de vida, entre otros.
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