El extesorero de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Hors R. Schmidt ha dicho en una investigación interna que “hay que suponer” que los organizadores del campeonato del mundo de 2006 usaron varios millones de euros para comprar votos para obtener la sede del torneo, según informaciones de la revista “Der Spiegel”.
Schmidt, junto con los expresidentes de la DFB Wolfgang Niersbach y Theo Zwanziger, responde actualmente ante los tribunales por presunto fraude fiscal de en torno a 6,7 millones de euros que se declararon como gastos de funcionamiento y que se usaron para pagar un crédito que le había concedido el empresario Robert Louis-Dreyfus a Franz Beckenbauer.
Franz Beckenbauer, responsable de la candidatura alemana y posteriormente presidente del Comité Organizador del Mundial, le había contado a Schmidt que el dinero lo había recibido primero el funcionario catarí Mohamed Bin Haman y que no podía descartar que parte haya pasado al controvertido Jack Warner de la Concacaf.
Cuatro días antes de la concesión de la sede del Mundial, añade, Beckenbauer firmó un acuerdo con Warner que le garantizaba a él y a su federación, Trinidad y Tobago, ingresos millonarios.
La versión oficial, inicialmente, fue que el dinero se había usado para pagar una gala de inauguración que finalmente no se realizó.
Niersbach, que era secretario general en el momento de los hechos, y Zwanziger dicen que ellos hicieron el pago para devolver el préstamo creyendo que el dinero se había usado para pagar la organización de la gala.
La declaración de Schmidt fue realizada en 2021 en presencia del entonces presidente de la DFB Fritz Keller y del exdirector de la policía criminal de Mecklenburgo-Pomerania (noreste de Alemania), Ingmar Weitermeier, que era propietario de una empresa a la que la DFB le encargó las investigaciones internas sobre el caso.
El protocolo, al que ha tenido acceso “Der Spiegel”, no ha sido autorizado nunca por Schmidt, pero tiene la firma de Keller como testigo.
EFE