Una tragedia ha sacudido a la comunidad de Schenectady, Nueva York, donde una madre de 24 años, Persia Nelson, enfrenta un cargo de homicidio involuntario por la muerte de su hija de 11 meses, Halo Branton. La mujer supuestamente la arrojó por un área de acceso a una tubería de 10 pies con barro y agua en el fondo y la dejó allí” esencialmente morir”.
Por El Diario NY
Nelson se declaró inocente en el Tribunal Municipal de Schenectady el pasado lunes por la mañana, en medio de un caso que ha conmocionado a la región, informó Law&Crime.
La desaparición de Halo Branton fue reportada el domingo, cuando una Alerta Amber fue emitida poco después de las 10 a.m. La alerta indicaba que la niña había sido vista por última vez cerca de la calle 12 con la avenida Campbell en Schenectady, alrededor de las 9:30 p.m. del sábado. Las autoridades locales, junto con la Policía del Estado de Nueva York y el FBI, realizaron una búsqueda intensiva en la zona.
Trágicamente, la niña fue encontrada alrededor de la 1 p.m. del domingo en el campus de General Electric. Los paramédicos la llevaron al hospital, donde los médicos la declararon muerta, según informó el teniente de la policía de Schenectady, Ryan Macherone, a los periodistas.
Una denuncia penal obtenido y divulgada por Law&Crime reveló que la niña murió después de que Nelson la arrojara por un “área de acceso a tuberías” de 10 pies de profundidad, llena de agua y barro en el fondo, ubicada en el campus de General Electric, a unas 3 millas de donde se reportó su desaparición.
Tiene un segundo hijo
La policía detuvo a Nelson el domingo por la mañana, y el lunes se llevó a cabo una lectura de cargos en la que un fiscal de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Schenectady afirmó que Nelson había arrojado al bebé en el área de acceso a la tubería y “dejó al niño allí para que esencialmente muriera”.
Los fiscales señalaron que es posible que se presenten cargos adicionales una vez que se complete la autopsia, según Law&Crime.
Un juez fijó la fianza de Nelson en $500,000 dólares en efectivo y una fianza de $1 millón de dólares, argumentando que podría representar un riesgo de fuga, ya que no tiene trabajo y se mudó al área en noviembre para vivir con un novio.
Nelson tiene un segundo hijo del que no tiene la custodia y con el que tiene “contacto limitado”, según los fiscales.
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