El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, admitió este lunes que su Gobierno aún “está lejos” de cumplir con las promesas que hizo durante la campaña electoral de 2022, en las que alcanzó el poder por tercera vez en su vida.
“Soy consciente de que no puedo tener una popularidad del 100 por ciento, porque todavía estamos lejos de lo que prometimos”, dijo el mandatario en una entrevista con el canal de televisión SBT, que adelantó algunos extractos antes de difundirla en su totalidad.
La semana pasada, una encuesta realizada por el Instituto de Pesquisas y Consultoría Estratégica (Ipec) indicó que el 33 % de los brasileños considera “bueno” al Gobierno, frente a otro 33 % que lo califica de “regular” y un 32 % que lo califica de “pésimo”.
Esos resultados representaron una caída de cinco puntos en la percepción positiva respecto a un sondeo similar que el mismo Ipec publicó en diciembre pasado.
Lula sostuvo que toda encuesta es “una fotografía del momento” y que los resultados sirven para planificar “acciones y estrategias”, pero más allá de eso reconoció que el Gobierno todavía no ha hecho realidad las promesas de campaña.
Alegó que 2023, el primer año del tercer mandato que obtuvo en las urnas tras gobernar durante dos períodos consecutivos entre 2003 y 2010, ha servido para sentar las bases de su gestión.
“Hasta ahora, preparamos la tierra, aramos la tierra, adobamos la tierra y sembramos las semillas”, con lo que “este año vamos a comenzar a cosechar lo que hemos sembrado”, declaró.
Lula subrayó que durante 2023 fueron “recuperadas más de 80 políticas de inclusión social” que habían sido abandonadas durante el Gobierno de su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Aseguró también que se han anunciado nuevas políticas de apoyo a los sectores agropecuario e industrial y explicó que en 2023 debió dedicarse “mucho a la política internacional”, para “recuperar el prestigio que Brasil tenía” antes de la gestión de Bolsonaro.
A pesar de la caída de la imagen del Gobierno, Lula se mostró optimista con respecto al futuro a corto plazo.
“Vamos a recoger lo que sembramos” y “la sociedad va a percibir que las cosas empiezan a mejorar”, pues para que los brasileños “estén felices con el Gobierno, es necesario que la economía crezca, los salarios crezcan y el precio de la comida baje”, todo lo cual está entre los principales propósitos de su gestión, afirmó.
EFE