Rusia disparó anoche contra territorio ucraniano un total de 36 drones kamikaze Shahed de los que las defensas aéreas ucranianas derribaron 22, un ratio de interceptación más bajo del habitual que podría deberse a que los aparatos no tripulados rusos se lanzaron contra regiones de Ucrania menos protegidas.
“Anoche, los ocupantes rusos atacaron de nuevo Ucrania, utilizando 36 drones Shahed. Las fuerzas y medios de defensa antiaérea de Ucrania destruyeron 22 de esos drones de ataque”, informó el Estado Mayor ucraniano en su balance diario del curso del conflicto.
Las autoridades del óblast de Sumi han informado de impactos de drones en cuatro localidades distintas, incluida la capital homónima, de esta región del noreste de Ucrania fronteriza con Rusia.
Igor Terejov, alcalde de la ciudad nororiental de Járkov, que también está situada cerca de la frontera con Rusia, ha informado por su parte de la caída de uno de los Shahed en una zona residencial de las afueras de la urbe.
Rusia también ha disparado en las últimas horas contra Járkov dos misiles antiaéreos S-300, según las autoridades locales.
Las fuerzas rusas atacan prácticamente cada noche territorio ucraniano con drones kamikaze de bajo coste y larga distancia Shahed. Rusia adquiere esta tecnología de Irán.
Documentos de una empresa iraní obtenidos y publicados recientemente por un colectivo de hackers de filiación desconocida revelaron que Rusia ha comprado a Irán al menos 6.000 Shaheds. Rusia también ha obtenido ayuda de Irán para establecer una línea de producción de estos drones en su propio territorio, según estos documentos.
Moscú habría pagado por ello con oro y armamento. EFE